Si los corredores viales dejaran de operar, se calcula que más de 310 mil personas al día podrían quedarse sin un medio de transporte formal para movilizarse. Aun así, el uso del transporte informal se ha triplicado. ¿Cuáles son las consecuencias?
Las largas colas, el tiempo de espera y la escasez de unidades de buses hacen que, en Lima, 6 de cada 10 personas se sienta insatisfecha con el servicio de transporte público formal, según la última encuesta de Lima Cómo Vamos. Si bien, esta demanda actualmente se ve atendida por los taxis colectivos informales, especialistas coinciden en que, si esto continúa, corremos el riesgo de que el transporte formal desaparezca.
De hecho, en los últimos años se ha evidenciado un aumento en el uso de vehículos informales. En el 2013, un estudio de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) calculó que en Lima y Callao se realizaban 2 millones de viajes en taxis colectivos informales al día. Hoy, diez años después, la ATU estima que los viajes en transporte informal son tres veces más que los que se realizan en buses o corredores formales.
Hace poco, los representantes de los corredores viales anunciaron la suspensión de sus operaciones argumentando la competencia desleal de estos vehículos. Si bien, lograron firmar una adenda con la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para evitarlo, si la calidad del servicio no mejora, esta situación podría repetirse.
“Si no tienes un buen sistema de transporte público, no puedes pretender que alguien se baje del colectivo. Estos surgen en respuesta al mal servicio del transporte formal, debido a que deben caminar más porque no hay cobertura por sus zonas o porque el tiempo que [el bus] toma para completar su ruta es demasiado [lento]", explica Mariana Alegre, directora ejecutiva de Lima Cómo Vamos.
Sin embargo, los colectivos afectan no solo la economía, sino también la movilidad y el transporte, añade la especialista, porque son, justamente, los que ocasionan el tráfico que hace que el sistema de transporte funcione mal.
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Principales causantes de la congestión
Nuestro país resalta a nivel mundial por tener el peor tráfico, por encima de Rumania, Israel y México, según una reciente publicación de Bloomberg. Y, no solo eso, los limeños pierden 19 días laborales al año por el exceso de congestión y la ciudad, 20.6 millones de soles al día por este mismo motivo, de acuerdo con un informe de la Fundación Transitemos.
Una de las principales causas de la congestión es, en parte, el exceso de autos colectivos. Y esta congestión guarda cierta relación con los siniestros de tránsito, según los especialistas consultados para esta nota.
Así, tenemos que -de acuerdo con cifras del Ministerio de Transportes y Comunicaciones- durante el 2022 se reportaron más de 37 mil siniestros en Lima Metropolitana y 401 fallecidos, siendo las dos principales causas la imprudencia de conductor y el exceso de velocidad.
"Para recoger pasajeros, los autos colectivos hacen correteos y compiten por llegar primero, escapan de la autoridad muchas veces y atropellan a inspectores de transporte. Además que suelen tomar desvíos y atajos por lugares por donde no deberían ir", relata Cinthia Yamamoto, cofundadora de Peruanos de a Pie.
Además, está el hecho de que el SOAT que portan no funciona como uno de transporte público, advierte la especialista. Es decir que, de ocurrir un accidente en estos vehículos, los pasajeros no estarían protegidos.
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Transporte formal en peligro
Mientras no se fortalezca el transporte público formal, este seguirá corriendo el gran riesgo de ir desapareciendo, sostiene Alfonzo Flores, gerente general de la Fundación Transitemos.
"Un transporte público eficiente es el que se realiza en el menor tiempo, a la mejor tarifa posible y con seguridad. Eso se está perdiendo por el transporte informal, que los está llevando a la quiebra y [que ocasionaría] que cada vez tengamos menos servicios de transporte público de calidad", explica.
Una de las soluciones, coinciden los especialistas, es apostar por la segregación de vías para los corredores viales; es decir, darles carriles exclusivos para que transiten. "Recién ahora al corredor morado le han hecho una segregación de 7km y, según las primeras encuestas al público, el servicio ha mejorado porque no tiene interrupciones. Si no puedes fiscalizar efectivamente, la fórmula está en segregar al corredor y así evitas que el taxi interfiera", sostiene Flores.
Para Mariana Alegre, de Lima Cómo Vamos, no se está trabajando en resolver los problemas de raíz. “No podemos formalizar el colectivo solo porque ahora atiende una demanda insatisfecha; tenemos que mejorar el transporte público para que esa demanda se reduzca", argumenta. “Mientras ofrezcas mejores servicios, cobertura y calidad, los colectivos van a ir desapareciendo porque no serán requeridos. La gente no quiere pagar más por viajar, quiere llegar a tiempo a su destino”.
Para ello, considera que se debe trabajar en generar una fluidez de los vehículos apropiada, mejorar la infraestructura y el diseño vial y, sobre todo, tener un entendimiento de que el peatón, el ciclista y el usuario de transporte público tienen la prioridad.
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