Esperemos que los riesgos que enfrentamos nos permitan por lo menos suspender el clima de polarización y conflicto en el que nos hemos acostumbrado a vivir.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.
Queramos o no, estamos obligados a hacer frente de la manera más prudente posible a una grave perturbación del clima. Para eso se necesita una administración pública eficiente, capaz de recopilar todas las informaciones científicas disponibles y orientar la acción de los servicios de emergencia y la conducta de los ciudadanos. De la misma manera que cuando la pandemia de la covid, el Estado necesita prevenir los desastres y gestionar sus consecuencias. Desde que a fin de febrero fuimos enterados de la formación del ciclón tropical YAKU frente a nuestra costa norte, resultaba evidente que los campos de cultivo y las viviendas de miles de peruanos se verían amenazados. Desdichadamente, las inundaciones en ciudades y la falta de drenaje pluviométrico, ponen en evidencia las insuficiencias de la Reconstrucción con Cambios, que fue sin embargo dotada de un amplio presupuesto y de una modalidad organizacional nueva, bajo el régimen “de gobierno a gobierno”. La extrema vulnerabilidad de nuestro sistema vial ha sido patente con el desplome del puente Sechín, que impide el tránsito entre Casma y las regiones del norte, que son las más afectadas. El gobierno advierte que una lluvia particularmente intensa podría caer en Lima y la costa central mañana martes. Y sabemos que numerosos asentamientos humanos de Chaclacayo y Chosica han sido construidos en quebradas que pueden activarse y en zonas expuestas al paso devastador de huaycos. El Estado peruano cuenta con organismos científicos dedicados a la meteorología y la hidrografía, así como también con un centro de prevención y gestión de desastres. Los ministros han sido desplazados a regiones amenazadas. Esperemos que los riesgos que enfrentamos nos permitan por lo menos suspender el clima de polarización y conflicto en el que nos hemos acostumbrado a vivir. La vida, el inicio del ciclo escolar, nuestra infraestructura, la posibilidad de trabajar y desplazarnos son valores que merecen que las facciones depongan sus hostilidades y hagan un esfuerzo de unidad por el bien del país.
Las cosas como son
Comparte esta noticia
Siguenos en