Crisis en el transporte: ¿qué pasaría si Lima se queda sin corredores complementarios?

En Lima existen tres líneas de corredores complementarios que, junto al Metropolitano y al Metro de Lima, son parte del Sistema Integrado de Transporte (SIT): el corredor rojo, azul y morado. Sin embargo, la deuda de 300 millones de soles que el Estado peruano aún no logra pagarles, ha puesto en riesgo su continuidad en la ciudad.  

¿Qué pasaría si dejaran de operar? Más de 300 mil personas se quedarían sin un medio de transporte, según cifras de la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano (ACTU). Expertos consultados por RPP Data señalan que, ante esta escasez, volverían los buses del transporte convencional, que no operan bajo un sistema sostenible ni amigable con el pasajero. 

De vuelta al transporte de los 90

"Los usuarios de los corredores pasarán de un servicio ordenado a un sistema caótico como el que tenemos desde los 90, que basa su sostenibilidad en la cantidad de personas que pueden subir a la unidad para tener más ingresos", señala el urbanista Aldo Facho. Esto ocasiona que vayan a mayor velocidad y que compitan entre ellos para ganar pasajeros, lo que aumentaría la cantidad de siniestros de tránsito que se reportan a diario, agrega. 

Por su lado, Cynthia Yamamoto, cofundadora de la Asociación Peruanos de a Pie, menciona la informalidad a la que podrían ser sometidos los conductores. "Tendrías a choferes sin contratos o beneficios laborales, que deben cumplir rutas largas, que inclusive llegan a 16 horas manejando continuamente y eso influye en la [baja] calidad del servicio”, sostiene.

Durante los dos días que estuvo suspendido el corredor morado, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) autorizó a más de 500 buses de empresas formales a transitar, lo que triplicó la cantidad de vehículos en la ruta, aumentando la congestión.

"Evidentemente hemos fracasado en la planificación. Hasta el día de hoy no hay un plan maestro de transporte urbano de Lima Metropolitana y el Callao. La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) está elaborándolo, pero han pasado cinco años de su puesta en operación y 12 desde el inicio del Sistema Integrado de Transporte", recuerda Facho Dede.

Transporte informal se empezaría a masificar

El aumento de colectivos informales es otro de los riesgos a los que nos enfrentamos. “Todo aquel lugar donde haya una escasez o una deficiencia del transporte formal va a terminar siendo ocupado por el transporte informal. Esta sería una ventana de oportunidad para que todos los taxis piratas y colectivos entren a la zona que antiguamente era cubierta por el corredor”, explica Cynthia Yamamoto. 

Solo entre noviembre del 2023 y enero del 2024, se intervinieron 3,500 vehículos que realizaban el servicio de transporte de manera ilegal sin contar con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) mientras que otros 2,178 no contaban con el Certificado de Inspección Técnica Vehicular (CITV), según datos de la ATU. 

Además, se identificaron a 1,151 conductores de taxi, taxi colectivo, combis y buses que manejaban sus unidades sin contar con la licencia de conducir. 

Yamamoto explica, además, que puede haber un grupo de la población que se sienta aliviada con la suspensión de los corredores complementarios, por el alto costo que implica el pasaje de este tipo de transporte. “Pero no [van a estar aliviados] porque estén en contra de una mejora del sistema de transporte, sino porque la implementación de los corredores ha fallado y este es un problema que la ATU no ha podido resolver", puntualiza.

Carriles exclusivos para el corredor

El ministro de Transportes y Comunciaciones, Raúl Pérez Reyes, reconoció en RPP que el Estado no cumplió con su parte para que los corredores complementarios “funcionen mejor” y “no tengan problemas económicos”.  

En esa línea, y para resolver esta impase, aseguró que plantearán un proyecto de ley ante el Congreso de la República para armar un marco normativo que permita pagar la deuda. “Lo he conversado con el presidente de la Comisión de Transporte, porque es un problema”, añadió.

Una de las principales medidas, que está considerada en los contratos de concesión y que aún no se ha logrado cumplir, es la creación de infraestructura para que los corredores rojo y azul tengan carriles exclusivos y no estén sometidos a la competencia desleal de otro tipo de transporte.

"El tener carriles segregados implica que nuestra velocidad aumente, con lo que podremos hacer un servicio con menores costos de operación y el usuario va a poder llegar más rápido a su destino. Esto hace que la demanda suba y tendremos mayores ingresos y un equilibrio económico financiero", menciona a RPP Data, Ángel Mendoza, gerente general de la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano (ACTU).  

Ante ello, el urbanista Aldo Facho Dede afirma que lo que se pide a las autoridades no es "una reforma de vanguardia global que supere a ciudades como Barcelona, Londres o Nueva York", sino que "buscamos parecernos un poco más a ciudades como Buenos Aires, Santiago o Quito donde moverse por la ciudad no significa correr riesgos", sostiene.