Este 18 de marzo, la cantante española Rosalía lanzó su esperado tercer disco 'Motomami'. ¿Cuál ha sido el derrotero de su música hasta la fecha? Echamos un vistazo a su trayectoria.
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Rosalía, quien este 18 de marzo lanza su esperadísimo tercer álbum "Motomami", tenía 13 años cuando en un parque de su pueblo natal Sant Esteve Sesrovires (Cataluña, España) oyó a todo volumen la música de Camarón de la Isla, uno de los cantantes más relevantes de flamenco. Fue un flechazo, amor a primera oída que le "explotó la cabeza", como dijera en alguna oportunidad. Y desde entonces, adquirió una obsesión: aprender a cantar flamenco.
Ella, que proviene de una familia sin ningún vínculo con la industria musical, empezó a escuchar todos los discos de Camarón, quien hizo historia en la década de 1970 junto con el guitarrista Paco de Lucía, y también se metió a clases de baile flamenco. Sin embargo, hacia los 15 años solo era una amateur que simulaba cantar como una cantaora. A esa edad, durante su paso por el programa de talento barcelonés "Tú sí que vales", presagió: "Tengo claro que voy a ser artista". No ganó el concurso, pero adquirió una sed de gloria.
Fue ese anhelo el que hizo que buscara formarse como una cantaora profesional después de operarse las cuerdas vocales y pasar un año de rehabilitación. En su destino se cruzó la mentoría de José Miguel Vizcaya 'El Chiqui', quien le "enseñó todo, todo, todo", según confesó al diario The New York Times Magazine. Y de esa formación dedicada salió su primer fruto: "Los ángeles", disco debut que lanzó en 2017 y le valió una nominación a los Latin Grammy como mejor artista nueva.
"[Rosalía] inicia como una cantante bastante pegada al flamenco. En ese momento, uno podía pensar que estaba sacando música más tradicional con algunos elementos poco ortodoxos. Pero su propuesta era flamenco", sostuvo el crítico de música Francisco Melgar Wong a RPP Noticias. Ella, no obstante, alguna vez sostuvo que "Los ángeles" era "flamenco y no lo era", aunque lo mismo podría decirse de la música que ha venido haciendo hasta la fecha. Lo único cierto, en todo caso, es que entonces Rosalía tenía 24 años y faltaban todavía 21 meses para que se convirtiera en un fenómeno global.
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"El mal querer", la temprana consagración
Parecía un cometa: en 2018, Rosalía cruzó nuestra órbita con una luz inapagable gracias a su segundo álbum, "El mal querer", que se ganó el aplauso de la crítica por la audacia de, en palabras del crítico cultural Alonso Almenara, mezclar el flamenco con el "pop y la música electrónica" y ofrecer "una construcción bastante ingeniosa de las canciones". "Rosalía realmente tuvo su momento de gloria en el escenario internacional", añadió.
Para Melgar Wong, "El mal querer" es el disco con el que la catalana "deja atrás a la Rosalía flamenca y se reinventa como una artista de pop contemporáneo". "Porque el flamenco, si bien es un elemento presente, no es el núcleo estilístico principal, sino el pop ligado a la música urbana, que en términos generales podríamos llamar reggaetón o hip hop", explicó. La osadía no estuvo exenta de críticas: en el mundo digital la acusaron de apropiación cultural, de abandonar sus raíces, de banalizarse.
Sin embargo, el número de detractores no era ni de cerca similar al de sus millones de seguidores. "Su objetivo era trascender la música tradicional para insertarse en un mercado más global", sostuvo Melgar Wong. Y si el 2018 significó su despegue, el 2019 fue la confirmación de que el cometa Rosalía iba a seguir orbitando. Ese año, "El mal querer", producido por El Guincho y con letras compuestas con el apoyo del rapero español C. Tangana, ganó cuatro premios en los Latin Grammy y uno en los Grammy.
A ese reconocimiento le sumó un tema que significó todo un acontecimiento: "Con altura", hecho con la colaboración de J Balvin, sonó fuerte en discotecas, radios y plataformas digitales (en YouTube está a punto de alcanzar los 2 billones de reproducciones). Se presentó en festivales como Coachella, Primavera Sound y Mad Cool, y lanzó otras colaboraciones escuchadísimas, como "La noche de anoche" con Bad Bunny y "Yo x Ti, Tu x Mi", con Ozuna.
"Ahí notas que Rosalía está tratando de ingresar a un star system de pop urbano latinoamericano. Es curioso, porque el pop urbano latino penetró el mercado estadounidense; entonces, al hacer estas colaboraciones, Rosalía se estaba volviendo una estrella de pop global. Esos singles son bastante menos flamencos que su producción anterior. Ella quiere ser una estrella de la envergadura de una Madonna o un Michael Jackson", ensayó Melgar Wong.
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"Motomami": Rosalía entre el pop y lo experimental
De un tiempo a esta parte, la incandescencia de Rosalía parece haber ido disminuyendo. "Su sonido se ha vuelto mucho más amigable, más accesible, más cercano al reggaetón o el trap. Desde un punto de vista comercial, es una jugada inteligente (...), pero resulta decepcionante para muchos de los que apreciamos sus primeros trabajos", señaló Almenara.
Críticos españoles se preguntan qué ocurrió con la artista que fusionó de manera tan original el flamenco con ritmos contemporáneos. Le reprochan estar vendiéndose al mainstream, buscar ser del agrado de todos y, por ende, sonar como todos. O, como dijo el crítico cultural, entregarse a "formatos bailables, con ritmos muy sencillos y con canciones de 3 minutos o menos [tiempo de duración]".
"Se ha perdido un nivel de complejidad [en la música de Rosalía]. El flamenco es una música muy adornada, con un trabajo vocal interesante en las texturas y las ornamentaciones, tiene como arabescos y es algo que ya no se ve tanto en su música. Su voz es reconocible, pero ahora se ciñe a los parámetros del pop y la música urbana", agregó.
Dicho ello, ¿hacia dónde apuntaría "Motomami", su nuevo disco que sale a la luz este viernes? "Saoko", "Chicken Teriyaki", "La Fama" (con The Weekend) y "Hentai", sus cuatro temas de adelanto, podrían dar una noción de sus tentativas. Y para Melgar Wong, Rosalía "está jugando en una línea bastante fina entre este pop urbano y una música más electrónica y experimental".
"A Rosalía le está interesando hacer una música más experimental, pero sin perder ese lado pop urbano alcanzado. Está estableciendo un vínculo con la tradición más pop de Latinoamérica, pero reelaborándola desde una perspectiva más artística. De repente es una apuesta que va a costarle a algunos fans, porque la Rosalía que conocimos el último año es la más pop", explicó.
Para el crítico musical, el "Motomami" de Rosalía sería el equivalente al disco "Erotica" de Madonna, que apareció en 1992. "Fue el momento en que deja atrás a la Madonna más pop, más radiable, para experimentar con el house de comienzos de los años 90. Rosalía está tomando una dirección parecida (...) Una apuesta por algo más personal, crear una narrativa diferente, recrear al personaje", añadió. Y en esa línea a lo mejor da como resultado a una artista totalmente distinta, aunque en el fondo, paradojas de la industria, sea la misma. La Rosalía.
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