El 2022 fue un año en que llegaron bandas grandes y cantantes a territorio peruano. Se dieron conciertos sold out en grandes espacios como el Estadio Nacional.
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La pandemia por la Covid-19 golpeó duramente a las diversas industrias en el Perú. El entretenimiento no fue ajeno a ello, incluyendo el rubro de los conciertos. Sin embargo, con el inicio de la vacunación, los negocios empezaron a reactivarse. Es así que volvieron a darse conciertos, priorizando los que se realizaban al aire libre.
El 2022 fue un año en que llegaron bandas grandes y cantantes en masa a territorio peruano. Se dieron conciertos sold out en grandes espacios como el Estadio Nacional con Coldplay, Bad Bunny y Daddy Yankee. En conversación con Economía para todos de RPP Noticias, Marlon Castro, director de Clientes Especiales de Apdayc, afirmó que se dio un crecimiento exponencial de conciertos en Perú, incluso superando al nivel prepandemia.
“Por ejemplo, solo para Año Nuevo hubo mucha actividad musical. Hubo un aumento de eventos medianos e importantes tomando como referencia el prepandemia. Fueron 12, en su mayoría con un artista extranjero o un grande nacional. En 2019, la mayoría de eventos eran clasificados como regulares. El cierre de año, a comparación de hace tres años, presentó una gran cantidad de megaconciertos (que facturan más de 300 mil soles)”, sostuvo.
En otro momento, el directivo de Apdayc añade que pese a que el 2022 fue un año de recuperación económica, hubo un mayor empleo de dinero de parte de los ciudadanos para asistir a eventos musicales.
“El peruano gastó en promedio, solo para fiestas de fin de año, entre de 150 y 200 soles (por una entrada a conciertos). Fue entre un 70 u 80% más que en prepandemia. Es un crecimiento muy alto. En conciertos regulares a lo largo del año también ha sido amplio”, remarcó.
Conciertos en reactivación
El director de Move Concerts Perú, Coqui Fernández, da una mirada particular sobre qué tan duro fueron para las productoras la pandemia y el cierre de la actividad de conciertos en el Perú. Para el productor que en el pasado trajo artistas como Iron Maiden, Katy Perry, Lauren Jauregui, Metallica, Interpol y Aerosmith, el rubro fue uno de los más golpeados a nivel local e internacional.
“Sé de colegas que tuvieron que reinventarse, algunos en rubros totalmente alejados de lo que es este negocio. Vi a compañeros y amigos que tuvieron que entrar en el negocio de comida porque la necesidad lo ameritaba. Fueron poco más de dos años en un mercado que fue el primer en cerrar y el último en abrir”, remarca Fernández.
Resalta que si bien en un inicio hubo una serie de restricciones, el público estuvo más que dispuesto a regresar a los eventos masivos. “Se da con nota positiva en general, muy por encima del nivel prepandemia. La gran incertidumbre es si continuará o si habrá depresión y cuánto afectaría. Considero que se contraerá por el gasto que hubo el año pasado. Ojalá me equivoque", apunta.
Guns N’ Roses, Arctic Monkeys, Kiss, Bad Bunny y Karol G fueron algunos de los nombres que se presentaron en el país con un gran marco de público. Sin embargo, hubo otros que fueron voceados al ser parte de festivales como el Lollapalooza, aunque finalmente no se dieron sus presentaciones. ¿Quiénes pudieron estar en suelo peruano?
“Dua Lipa no quería tocar más de lo que ya tenía contratado. A Green Day (se presentó en Argentina y Brasil, por ejemplo) nosotros los trajimos las veces anteriores a Lima y la última la gente no los acompañó a San Marcos, seguramente por el cambio de local que era inicialmente en el Nacional y que tuvo que ser cedido forzadamente para que la Selección Peruana pueda jugar ahí el repechaje con Nueva Zelanda. Los Foo Fighters cobran demasiado para Lima y Metallica podía venir, pero al final de su gira" indicó Fernández.
Los conciertos en este 2023
En tanto, el productor general de Work Shows, Miguel Ángel Carrillo, nos comenta que el cierre de locales en el distrito de Surco para espectáculos masivos ha llevado que los conciertos ya agendados tengan que pasar a otros espacios, con una logística distinta a la que plantearon en un inicio.
Además, indica que el sector empresarial de conciertos debe ser visto como un gestor cultural en lugar de considerado como promotora que únicamente busca rentabilidad. “Le damos servicios al cliente que compra una entrada para el evento y brindamos una experiencia. Promovemos arte y música. Ya pasamos la valla de ser solo productores porque damos cultura interactiva. Queremos que se nos vea de esa forma porque aportamos mucho a la distracción del público”, mencionó.
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En Sudamérica hay dos festivales que se llevan a cabo año a año: Lollapalooza (Brasil, Chile y Argentina) y el Estereo Picnic (Colombia). Carrillo sostiene que es complicado que el público peruano pague un valor aproximado de 200 dólares por un fin de semana de música.
“Es algo que se ha estudiado mucho, casi todos los productores lo hemos visto. Es complicado que un evento de tres días se haga en Lima porque no hay un lugar para hacerlo y es casi improbable que se pueda montar como tal el valor de lo que cuestan los shows y todo lo que conlleva la infraestructura. No resistiríamos un festival de tres días como tal. Es lamentable, pero los shows de gira son muy caros porque el artista cobra más del doble cuando son festivales”, apunta.
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Renzo Castillo Lazo Redactor
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