Brasil asumirá custodia de las sedes y representación de las misiones diplomáticas de Perú y Argentina en Venezuela

El canciller de Venezuela, Yván Gil, anunció este lunes que Brasil asumirá la representación diplomática de Perú y Argentina en Caracas, luego de que el régimen chavista rompiera relaciones con ambos países, luego de que estos no reconocieran los resultados electorales anunciados por el ente electoral venezolano que dieron como ganador a Nicolás Maduro para un tercer mandato presidencial. 

En un comunicado difundido por el canciller en la red social X, se señala que se llegó a esta decisión por un acuerdo entre los gobiernos de Venezuela y Brasil. 

Según el anuncio, "la Embajada de la República Federativa de Brasil en Caracas" se encargará de "la custodia de los locales de las Misiones Diplomáticas Argentina y de Perú, incluidos sus bienes y archivos, así como, la representación de sus intereses y de sus nacionales en territorio venezolano". 

El comunicado precisa que la representación diplomática a cargo de Brasil se inicia a partir de este lunes 5 de agosto.

Tras el comunicado en Venezuela, el Ministerio de Relaciones del Perú confirmó a Brasil como la legación que representará los intereses peruanos en Caracas. 

"El Ministro de Relaciones Exteriores, doctor Javier González Olaechea Franco, en nombre del Gobierno del Perú, informa que, a partir del 5 de agosto de 2024, y conforme a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, el Gobierno del Brasil asumirá la protección de los intereses del Perú en Venezuela, así como la cooperación consular para ciudadanos peruanos en dicho país; junto a la custodia de los locales diplomáticos peruanos, sus bienes y archivos", indica un comunicado de la cancillería peruana. 

Torre Tagle agradeció al Gobierno del Brasil "por este invalorable apoyo", que "refleja el excelente estado" de las relaciones bilaterales de ambos países "que se sustentan en históricos y sólidos lazos de amistad, cooperación e integración". 

Venezuela rompe relaciones con el Perú

El último martes 30 de julio, el régimen de Nicolás Maduro rompió relaciones diplomáticas con Perú al considerar que “desconocen la voluntad” del pueblo venezolano, tras la postura del Gobierno de reconocer al opositor Edmundo González Urrutia como el presidente del país caribeño.

Así lo anunció el canciller venezolano, Yván Gil en su cuenta de X, donde precisó que adoptaron esta decisión luego de las “temerarias declaraciones” del canciller peruano Javier González-Olaechea que, considera, “desconocen la voluntad del pueblo venezolano” y la Constitución, una afirmación que rechazan miles de venezolanos y gran parte de la comunidad internacional.

La ruptura se produjo después de que el Gobierno peruano reconociera al opositor González Urrutia como presidente electo de Venezuela tras los comicios del pasado domingo, donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio la victoria a Nicolás Maduro.

Según el ministro de Relaciones Exteriores peruano, Javier González-Olaechea, "esta posición es compartida por numerosos países, Gobiernos y organismos internacionales".

Al ser consultado acerca de cómo consideran a Maduro, aseguró que, "a partir del fraude perpetrado" en las elecciones del domingo, Perú lo considera "como una persona que desea por la vía de una dictadura perpetuarse en el poder".

El canciller peruano explicó que envió "una comunicación al teléfono" de la líder opositora María Corina Machado, expresando su solidaridad con ella y con González Urrutia.

Luego de dicho anuncio, Nicolás Maduro  tildó al Gobierno peruano de "no electo, repudiado" y criticó que reconocieran a González Urrutia.

"El Gobierno no electo, repudiado por su pueblo, del Perú, saca un comunicado y que reconociendo como presidente de la República de Venezuela al nuevo Guaidó. Esta película la hemos visto, pero la película tiene sorpresa y va a tener un final bonito y feliz para ustedes, compatriotas", dijo el mandatario en un acto televisado.

Maduro sostuvo que Venezuela tiene derecho a "consolidar su recuperación económica, del Estado de bienestar", así como cumplir la agenda de compromiso de diálogo con todos los sectores de la sociedad.