Los "combates intensos" entre fuerzas ucranianas contra rusas y norcoreanas, en los que ya ha habido bajas entre soldados norcoreanos, se produce cuando Rusia está pisando el acelerador para conquistar tanto territorio como le sea posible antes de la llegada a la Casa Blanca del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
Unos 50 000 soldados de Rusia y Corea del Norte desplegados en la región rusa de Kursk han entrado recientemente en combate contra las fuerzas ucranianas, según dijo este martes un alto funcionario del Gobierno de Kiev a la agencia de noticias japonesa Kyodo.
Según dicha fuente sin identificar, se han desatado "combates intensos" en el frente en los que ya ha habido bajas entre soldados norcoreanos, una información que va en la misma línea con lo anunciado este martes por Estados Unidos, que ha confirmado que las tropas norcoreanas han entrado en combate con fuerzas ucranianas.
Vedant Patel, portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU, hizo ese anuncio en medio de la preocupación creciente en Occidente por el despliegue de tropas de Corea del Norte y su impacto en la prolongada guerra de Moscú en Ucrania.
"Hoy puedo confirmar que más de 10.000 soldados de Corea del Norte han sido enviados al este de Rusia, y la mayoría de ellos se han trasladado a la región de Kursk, donde han comenzado a participar en operaciones de combate con las fuerzas rusas", dijo Patel.
Estas evoluciones se producen un día después de que Corea del Norte ratificara su tratado de asociación estratégica con Rusia, que incluye una cláusula de defensa mutua, según informaron el martes medios estatales norcoreanos, y después de que Pionyang enviara tropas para dar apoyo a la invasión rusa de Ucrania.
Según Ucrania y algunos de sus aliados, Corea del Norte ha desplegado ya en Rusia unos 11.000 soldados.
Rusia, que hasta ahora no ha confirmado ni desmentido la presencia de tropas norcoreanas en su territorio, asegura que el tratado con el régimen de Pionyang es de "naturaleza defensiva y no está dirigido contra la seguridad de terceros países".
En un informe reciente de la agencia rusa TASS, el presidente ruso, Vladímir Putin, mencionó la posibilidad de que ambos países realicen ejercicios militares conjuntos, lo que supondría un paso más en la profundización de su cooperación militar.
Ataques simultáneos en Kursk
Rusia sigue apretando a lo largo de todo el frente y lanzó durante la pasada jornada cerca de cien ataques en los ejes de Kurájove y Pokrovsk de la región de Donetsk del este de Ucrania y en la región rusa de Kursk, donde cerca de 50.000 soldados rusos tratan de expulsar a las tropas de Kiev que controlan una parte del territorio.
Según el Estado Mayor ucraniano, Kurájove fue un día más la zona más caliente de toda la línea de contacto. Allí las fuerzas ucranianas repelieron un total de 47 asaltos rusos. Mientras, las tropas de Kiev que defienden el eje de Pokrovsk detuvieron 28 ataques.
En la región de Kursk, las tropas rusas trataron de romper sin éxito hasta en 20 ocasiones las defensas de Ucrania.
Según la plataforma de análisis de la guerra DeepState, las fuerzas rusas avanzaron en las últimas horas en una decena de puntos del frente del este.
Estos avances rusos se producen a un alto precio en material militar y bajas humanas. Durante la pasada jornada, el número de pérdidas rusas entre muertos y heridos volvió a superar los 1.700 por tercer día consecutivo.
Según analistas militares ucranianos, Rusia está pisando el acelerador en el frente para conquistar tanto territorio como le sea posible antes de la llegada a la Casa Blanca en enero del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, quien ha prometido impulsar de forma inmediata unas negociaciones que pongan fin a la guerra. (Con información de EFE)
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La guerra es el fracaso de la razón humana. Cada vez está más claro que no existe un liderazgo mundial y que el sistema de las Naciones Unidas no funciona frente al empecinamiento de un país como Israel, decidido a imponer su narrativa y su superioridad militar.
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