Rusia continúa luchando contra una importante incursión de las tropas ucranianas y usando cazabombarderos para golpearlas en la región fronteriza de Kursk, escenario de combate desde el martes.
El Ejército de Rusia sigue hoy intentando expulsar por tercer día a supuestas tropas de Ucrania de la región fronteriza de Kursk, donde varios cientos de soldados enemigos se adentraron el martes apoyados por unidades mecanizadas, según informaron las autoridades locales.
El Ministerio de Defensa ruso reconoció que ha tenido que impedir nuevos intentos de avance de las tropas ucranianas en la región fronteriza de Kursk.
Moscú subraya que las unidades de la agrupación Séver (Norte) y la guardia fronteriza del Servicio Federal de Seguridad (FSB) continúan "aplastando" a las fuerzas enemigas en los distritos de Sudzha y Kórenevo.
Ataques aéreos
Además, la aviación de Rusia martillea las posiciones de las unidades ucranianas y los lugares de concentración de los refuerzos del ejército ucraniano en la vecina región de Sumi, desde donde habrían penetrado en territorio ruso.
"Las tripulaciones de los cazabombarderos supersónicos multifuncionales Su-34 de las Fuerzas Aeroespaciales efectuaron ataques aéreos contra equipos militares de los destacamentos del Ejército ucraniano", señala el comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia.
Los Su-34 emplearon bombas aéreas FAB-500, las que habitualmente utiliza Moscú para destruir territorio ucraniano, para lanzar "ataques precisos desde una distancia segura" de la zona de combates.
Bajas y vehículos destruidos
Por su parte, la agrupación Séver (Norte) atacó las posiciones de seis brigadas mecanizadas enemigas en Kursk, pero también en las vecinas regiones de Járkov y Sumi.
En dichos ataques contra las posiciones ucranianas, Kiev habría sufrido 415 bajas, cuatro tanques, una treintena de blindados y vehículos militares, y dos estaciones de lucha radioelectrónica. "Continúa la operación para la destrucción de los destacamentos del Ejército ucraniano", señaló.
Además, el gobernador en funciones de Kursk, Alexéi Smirnov, aseguró que las defensas antiaéreas derribaron dos misiles ucranianos sobre el cielo de la región.
Por su parte, los blogueros militares de Rusia insisten en que el enemigo se ha hecho con el control de un puesto fronterizo, donde tomaron prisioneros a varios soldados rusos, y sigue avanzando hacia varias localidades de la zona.
También tomó el gasómetro de Sudzha, el tanque que mide el flujo de gas que circula por territorio ucraniano con destino a los clientes europeos, aunque el consorcio Gazprom informó que sigue bombeando ese carburante a través de Ucrania.
Estado de emergencia y víctimas
El miércoles, el gobernador en funciones, Alexéi Smirnov, decretó el estado de emergencia en la región de Kursk para "paliar las consecuencias de la incursión de las fuerzas enemigas".
A consecuencia de los ataques, que no han sido reivindicados oficialmente por Kiev, han muerto cinco civiles y otros 31 resultaron heridos, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad de Rusia.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerásimov, cifró este miércoles en un millar los hombres que participaron en la incursión, cuyo objetivo sería el distrito de Sudzha, avance que -dijo- "ha sido detenido".
"La operación concluirá con la derrota aplastante del enemigo", prometió el jefe militar en una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, quien "calificó de provocación a gran escala" la mayor incursión ucraniana en territorio ruso desde el comienzo de la guerra.
El anterior intento de incursión de las fuerzas de Ucrania en la región de Kursk tuvo lugar en marzo pasado, cuando, según el FSB, fueron abatidos más de 100 soldados enemigos y destruidos seis tanques.
En el pasado estas incursiones fueron siempre reivindicadas por grupos armados integrados por voluntarios rusos leales a las autoridades de Kiev, algo que no ha ocurrido en esta ocasión.
(Con información de EFE)
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