Rusia señaló que la Unión Europea tiene la obligación por contrato de realizar el mantenimiento de los sistemas de la empresa estatal Gazprom, que anunció la suspensión inmediata e indefinida de los envíos de gas.
El gobierno de Rusia ha asegurado que es la Unión Europea la que debe reparar el gasoducto Nord Stream 1 para que se puedan reanudar los envíos de gas natural hacia Alemania.
"Si los europeos toman esta decisión totalmente absurda y se niegan a hacer el mantenimiento de sus sistemas o, mejor dicho, de los sistemas que pertenecen a Gazprom, no es culpa de Gazprom, sino de los políticos que deciden sobre las sanciones", ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según recoge la agencia de noticias rusa Interfax.
Peskov ha asegurado así que son los europeos los que tienen la obligación por contrato de realizar el mantenimiento de los sistemas de la empresa estatal rusa Gazprom, que anunció el último viernes la suspensión inmediata e indefinida de los envíos de gas por un fallo en una estación de compresión.
Alemania ha cuestionado este razonamiento, al igual que la empresa de fabricación de equipo para gas Siemens, y consideran que estas fugas son habituales y no obligan a paralizar los envíos de gas. Así, Berlín considera que Moscú ha incumplido sus contratos al cesar los envíos.
Sin embargo, Peskov ha asegurado que Gazprom sigue siendo un proveedor fiable. "Estos supuestos políticos están causando la muerte de sus propios ciudadanos cuando ven las facturas de la electricidad. Cuando haga más frío, la situación será peor incluso", ha argumentado.
Peskov ha asegurado que Rusia está dispuesta a negociar con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cómo se satisfacen las condiciones rusas para la finalización de la "operación militar especial".
Estas condiciones siguen siendo las mismas. "Por supuesto. La operación está en marcha. Se van a conseguir todos los objetivos", ha remachado.
Checos protestaron contra la OTAN y las sanciones a Rusia
Unas 70 000 personas, según la Policía, exigieron en Praga la dimisión del Gobierno conservador checo, al que acusan de sumisión a la Unión Europea (UE), y protestaron contra la OTAN y las sanciones impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania.
Los manifestantes, convocados por partidos opositores y otras organizaciones, han exigido la neutralidad en la guerra de Ucrania, donde el Ejecutivo de Praga ha adoptado una clara posición de apoyo político y militar a Kiev.
República Checa ha concedido visados a unos 410 000 ucranianos que han huido de la guerra, de los que más de 100 000 están integrados en el mercado laboral, según indicó este viernes el primer ministro, Petr Fiala, durante una moción de censura a su Gobierno que no prosperó.
(Con información de Europa Press y AFP)
Te recomendamos
Comparte esta noticia
Siguenos en