La nueva megacárcel donde serán recluidos 40.000 presuntos pandilleros es una "pieza fundamental" para ganar la guerra a la delincuencia en El Salvador, afirmó el miércoles el presidente Nayib Bukele, tras recibir elogios y críticas al presentar la prisión.
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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró este martes, sin permitir el acceso a la prensa, el Centro de Confinamiento del Terrorismo, que tendría capacidad para 40 000 pandilleros y cuya construcción comenzó en el contexto de un régimen de excepción vigente desde marzo.
En una cadena nacional de medios de comunicación, el Gobierno de Bukele divulgó un video en el que se muestra al mandatario realizando un recorrido por la prisión junto un grupo de funcionarios.
Un enlace de prensa de la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno confirmó a la agencia de noticias EFE que con esta visita quedaba inaugurada la prisión.
Fue el 21 de julio pasado que el mandatario afirmó en un mensaje en Twitter que esta cárcel "tendrá espacio para 40.000 terroristas, quienes estarán incomunicados del mundo exterior", sin que se conozca el costo de la obra.
Bukele ha hecho de la lucha contra las pandillas uno de sus principales mantras de gobierno, hasta el punto de que no duda ya en catalogar a El Salvador como "el país más seguro de América", fruto de la reducción de la tasa de homicidios.
"¿Cómo lo logramos? Metiendo a los criminales en la cárcel ¿Hay espacio? Ahora sí", ha señalado el mandatario, en una serie de mensajes en Twitter en los que ha asegurado que los reclusos de este nuevo Centro de Confinamiento del Terrorismo no podrán ni fugarse ni "dar órdenes desde adentro". "Una obra de sentido común".
El Gobierno salvadoreño ha defendido estas instalaciones de las críticas de organizaciones como Human Rights Watch (HRW), que considera que el centro incumple las normativas internacionales de Naciones Unidas sobre el tratamiento de reclusos. También ha generado dudas de observadores internacionales el régimen de excepción decretado en El Salvador en marzo de 2022 para combatir la ola de homicidios, por dar alas supuestamente a excesos de las autoridades.
"Régimen severo"
El presidio "de máxima seguridad", cuyo costo no ha sido revelado, fue construido en un predio de 166 hectáreas, 23 de las cuales alojan una decena de pabellones, explicó el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez.
Cuenta con muros de concreto reforzado, celdas con barrotes de acero en las ventanas, cámaras de seguridad por doquier, escáner de cuerpo entero para quienes ingresen al lugar, siete torres de vigilancia y un muro perimetral electrificado de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros, que será vigilado día y noche por 600 soldados y 250 policías.
Guardias armados con pistolas y fusiles de asalto estarán a cargo de la vigilancia de los reos. Equipos electrónicos bloquearán las señales de teléfonos celulares impidiendo la comunicación desde el penal.
"Todos los terroristas que planificaron el luto y el dolor en contra del pueblo salvadoreño purgarán sus penas en el CECOT, en el régimen más severo", aseguró el viceministro de Justicia y Seguridad Pública, Osiris Luna.
Bukele ha dicho que los gobiernos salvadoreños anteriores "tenían a los pandilleros [presos] con prostitutas, con [equipos de] PlayStation, con pantallas, con teléfonos celulares, con computadoras [...], premiando al delincuente".
Las maras se han dedicado principalmente a extorsionar masivamente a comerciantes, empresarios y transportistas, pero también al sicariato y al tráfico de drogas al menudeo.
Siempre encerrados
En la inspección de Bukele se ven celdas de unos seis por cuatro metros, con tres literas de metal con nueve camas en total, dos lavamanos y dos inodoros.
Las autoridades no han precisado cuántos reos ocuparán cada celda.
También hay "celdas de castigo" oscuras, sin ventanas, para sancionar a reos de mala conducta, quienes "no van a ver la luz del sol", según Luna.
El penal cuenta con comedores, salas de descanso, gimnasio y mesas de ping pong, pero solo para uso de los guardias, así como talleres de trabajo para los reclusos.
También hay salas para audiencias judiciales virtuales. "No existe posibilidad de poder salir a hacer alguna diligencia" en un tribunal, indicó Luna.
"Es una vergüenza"
Hasta el momento, el gobierno mantiene bajo hermetismo cuándo comenzarán a ser trasladados a la megacárcel los primeros de los casi 63 000 pandilleros detenidos, pero se cree que será muy pronto.
Los masivos arrestos, criticados por organizaciones de derechos humanos, se amparan en un régimen de excepción que permite detenciones sin orden judicial. Fue aprobado por el Congreso a instancias de Bukele en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo pasado.
Un sondeo de la firma CIG-Gallup reveló este miércoles que el 90% de los salvadoreños evalúa bien o muy bien la gestión de Bukele. (Con información, de EFE, AFP, y Europapress)
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