por Redacción RPP
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Boris Johnson sigue sin renunciar pese a asistir en fiestas mientras todo el Reino Unido estaba en cuarentena. El Parlamento intenta censurarlo.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, repitió este martes ante el Parlamento británico las disculpas “sin reservas” presentadas la semana pasada tras ser multado por infringir la ley anticovid al participar de una fiesta mientras el resto del país vivía en el confinamiento.
“Con toda humildad”, dijo el funcionario, y desató las risas en las bancadas de la oposición, “repito mis disculpas de todo corazón”, afirmó el primer ministro en el primer día de sesiones parlamentarias tras el regreso de las vacaciones de Pascua.
Sin embargo, Boris Johnson inmediatamente pasó a dar explicaciones sobre la guerra de Ucrania, y provocó indignación entre sus detractores, que lo acusaron de intentar minimizar el escándalo.
Fue la primera comparecencia parlamentaria de Johnson desde que la policía le aplicó una multa tras el escándalo, conocido como el “partygate” en el Reino Unido.
Los políticos de la oposición han pedido con creciente frustración que Johnson renuncie desde que el año pasado surgieron acusaciones de que su equipo y él habían celebrado fiestas de oficina en 2020 y 2021, cuando millones de personas en el país tenían prohibido reunirse con amigos y familiares o incluso asistir a los funerales de sus seres queridos, todo como parte de las restricciones por la pandemia de coronavirus.
La semana pasada, el funcionario pagó una multa de 50 libras (66 dólares) por asistir a su propia fiesta sorpresa de cumpleaños en la residencia oficial de Downing Street en junio de 2020. La sanción convirtió a Johnson en el primer jefe de gobierno británico condenado por incumplir la ley durante su mandato.
Parlamento quiere la salida de Johnson
Los laboristas están tratando de que los legisladores censuren a Johnson por el escándalo del “partygate”. Por lo general, se espera que renuncien los ministros que hayan mentido intencionalmente, pero el primer ministro se niega a hacerlo pese al escándalo e indignación nacional.
En vista de que los conservadores tienen una gran mayoría en el Parlamento, es poco probable que se apruebe una censura, pero obligará a aquellos legisladores incómodos con el primer ministro a respaldarlo públicamente o criticarlo.
(Con información de AFP)
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