La defensa hacia las suegras realizadas por el papa Francisco se dieron durante su audiencia general en la plaza de San Pedro. Aseguró que son víctimas de "clichés" triviales.
El papa Francisco sorprendió este miércoles a las suegras, a las que definió como víctimas de “clichés” triviales, aunque las instó a “prestar atención a su lenguaje” en la relación con sus nueras. “Tengan cuidado al expresarse”, les aconsejó el pontífice.
Durante su audiencia general en la plaza de San Pedro, dedicada a la relación entre generaciones, el pontífice hizo una larga digresión sobre “el personaje mítico” de la suegra. ”Yo no diría que se las ve como si fueran el diablo, pero es cierto que se las trata peyorativamente. Pero ella es la madre de tu marido y la madre de tu mujer”, destacó.
"Decimos que la suegra, cuanto más lejos esté, mejor. Pero no, es madre, es una anciana. Una de las cosas más bonitas para una mujer es tener nietos. Cuando los hijos tienen niños, ella vuelve a vivir”, continuó el papa Francisco en su alocución.
Sin embargo, Bergoglio también envió una curiosa advertencia a las nueras. “Cuiden sus relaciones con sus suegras. A veces son un poco especiales, pero han dado nacimiento a su cónyuge”, comentó.
Y finalmente a las suegras, Francisco les hizo esta advertencia: “Tengan cuidado al expresarse. [Las desviaciones] del lenguaje son uno de los pecados más feos”.
El sumo pontífice pidió perdón por haber presidido la audiencia general sentado, por hallarse muy debilitado por los dolores de rodilla que le obligaron a cancelar recientemente varias citas.
Francisco, que en marzo inició su décimo año de pontificado, sufre un dolor agudo en la rodilla derecha, que le ha impedido recientemente participar en determinados actos.
El papa Francisco pide paz en Ucrania, arrastrada por una guerra "cruel e insensata"
El papa Francisco también se ha pronunciado en los últimos días a favor de que llegue la paz a Ucrania, arrastrada "por una guerra cruel e insensata" tras la invasión de Rusia que ya lleva dos meses sin solución.
Tras celebrar la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro ante 50.000 personas, el papa se refirió a la "incredulidad" que estamos probando con esta "Pascua de guerra".
Francisco lamentó que tras la pandemia era el momento de salir juntos de la mano y, sin embargo, "estamos demostrando que tenemos todavía en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo".
"Que haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada. Que un nuevo amanecer de esperanza despunte pronto sobre esta terrible noche de sufrimiento y de muerte", dijo.
(Con información de AFP)
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