Tras el anuncio del retiro de la candidatura de Joe Biden, los demócratas tienen dos vías para elegir a su sucesor en el camino hacia la Casa Blanca: por un lado, pueden apelar a una votación virtual o, en su defecto, invocar una convención abierta.
Ahora que Joe Biden ha anunciado el retiro de su candidatura, los demócratas tienen que ponerse de acuerdo sobre quién lo sustituirá en la carrera hacia la Casa Blanca.
No obstante, para tener más luces al respecto, es preciso comprender el camino a seguir para la designación del nuevo candidato que vaya al frente del partido.
Existen dos vías: una votación virtual que se prevé podría definir al nuevo candidato a principios de agosto, o, en su defecto, una convención abierta, un escenario que el partido no ha experimentado desde 1968.
¿Votación virtual o convención abierta?
Se habla de una convención abierta cuando ningún candidato tiene una clara mayoría respecto de los delegados. Por tanto, se realiza una mini campaña primaria dentro del propio partido a fin de convencer a los delegados para que los favorezcan con su voto.
Sin embargo, debido al tiempo escaso y que en algunos estados los plazos para incluir a los candidatos de las elecciones generales vencen en agosto, la opción más factible sería resolver la configuración de la nómina antes del inicio de la Convención Nacional Demócrata, prevista para el 19 de agosto.
Independientemente de si es una convención abierta o no, miles de delegados que representan a los votantes se decantan por un candidato, que usualmente es el ganador de las primarias.
La dificultad, no obstante, radica en que al abandonar Biden la carrera, sus delegados pasan a ser agentes libres y pueden elegir a un candidato por cuenta propia, sin intervención de los votantes.
Por otro lado, de decantarse por una votación virtual, que estaría planificada con anterioridad, el candidato podría conocerse antes del 19 de agosto, poniendo fin a la contienda.
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¿Quiénes podrían ser los candidatos?
Kamala Harris
La vicepresidenta Kamala Harris, que ya sucedería a Joe Biden en caso de muerte o incapacidad, está muy bien situada para ser la elegida por los demócratas.
Hija de padre jamaicano y madre india, fue la primera mujer y la primera persona negra en convertirse en fiscal general de California, y más tarde la primera senadora con familia originaria del sur de Asia.
Como fiscal se labró una reputación de severidad que podría rentabilizar en una campaña en la que pesan mucho los temas relacionados con la delincuencia.
Algunos progresistas, sin embargo, la critican por sus duras penas para delitos menores, que han afectado sobre todo a minorías.
Además, la vicepresidenta, de 59 años, tiene unos índices de popularidad anémicos, lo que podría llevar a los demócratas a optar por otro candidato.
Gavin Newsom
No hay ninguna norma que estipule que el compañero de fórmula sustituya automáticamente al candidato en funciones. Por eso también se menciona el nombre del gobernador de California, Gavin Newsom, además del de la vicepresidenta.
El demócrata de 56 años y exalcalde de San Francisco lleva cinco años al frente del estado más poblado del país, California, que convirtió en un santuario del derecho al aborto.
Nadie duda de sus ambiciones presidenciales.
En los últimos meses, el gobernador ha viajado mucho al extranjero, ha emitido desenfrenados anuncios publicitarios ensalzando su trayectoria y ha invertido millones de dólares en un comité de acción política, alimentando las especulaciones de que podría presentarse en 2028. ¿O ya en 2024?
Gretchen Whitmer
Otra posible candidata para los demócratas es la gobernadora Gretchen Whitmer.
Esta mujer de 52 años dirige Michigan, que cuenta con tres electorados que los demócratas intentan captar: los obreros, los afroestadounidenses y los árabes.
Acérrima opositora a Donald Trump, es conocida por haber sido objeto de un plan de secuestro por parte de una milicia de extrema derecha.
El estado que dirige será uno de los más disputados en las elecciones presidenciales de noviembre, un argumento de peso, según sus partidarios, para designarla candidata del partido.
Josh Shapiro
A sus 51 años, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, está a la cabeza del mayor "estado bisagra", es decir aquel que puede inclinarse hacia uno u otro partido en función de los candidatos y otros factores.
Este tipo de estados jugarán un papel decisivo en las elecciones de noviembre.
Antes de asumir el cargo en 2022, derrotando a un rival de la derecha radical respaldado por Donald Trump, este gran orador centrista fue elegido dos veces fiscal general de Pensilvania.
Como tal denunció las agresiones sexuales cometidas por sacerdotes católicos contra miles de niños y demandó al laboratorio Purdue, fabricante del potente opiáceo OxyContin.
(Con información de AFP)
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