Los candidatos de ultraderecha del partido republicano, que insisten en desconocer la victoria del demócrata Joe Biden sobre Donald Trump en 2020, han utilizado incidentes aislados con algunas máquinas de votación para impulsar lo que muchos creen es una campaña para cuestionar los resultados.
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El aluvión de desinformación durante las elecciones de mitad del mandato de Estados Unidos podría convertirse en un torrente después de la votación, advierten los especialistas en medio de la tensión generada en apretadas contiendas claves.
Algunos resultados pueden demorar días e incluso semanas debido a las características del sistema electoral estadounidense, una demora que podría desatar cuestionamientos y alegaciones sin fundamento de fraude, temen algunos observadores.
Los candidatos de ultraderecha del partido republicano que insisten en desconocer la victoria del demócrata Joe Biden sobre Donald Trump en 2020 han utilizado incidentes aislados con algunas máquinas de votación para impulsar lo que muchos creen es una campaña para cuestionar los resultados.
Este martes los estadounidenses fueron a las urnas para renovar la mayoría de las gobernaciones, un tercio del Senado, la Cámara de Representantes y otros cargos regionales, en unos comicios considerados un referendo tácito de la mitad del mandato presidencial.
En varios estados la disputa entre republicanos y demócratas es muy apretada.
"Después de la noche electoral, la atención se reducirá", dijo en un informe el grupo de investigación sin filiación partidista Asociación por la Integridad Electoral.
"Cuando las personas despierten el miércoles (...) para descubrir que algunas disputas están aún andando y que algunos de sus candidatos perdieron de forma inesperada, girarán su atención hacia los rumores que marcaron esas disputas y las amplificarán".
Los ojos están puestos en peleas muy reñidas en estados claves como Georgia, Pensilvania, Nevada y Arizona, cuando apenas un escaño puede definir el rumbo del poder Legislativo.
"Si tenemos elecciones apretadas, que particularmente definen el partido que controla el Senado de Estados Unidos, la desinformación empeorará", dijo el profesor Rick Hasen, director del Proyecto Salvando la Democracia de la escuela de Derecho de la UCLA.
"Ahora se ha vuelto frecuente entre los seguidores de Trump creer que es común robar elecciones en Estados Unidos, a pesar de toda la evidencia confiable que prueba lo contrario. Y este tipo de alegaciones podría surgir de nuevo en elecciones reñidas".
Amenazas de violencia
Más de la mitad de los candidatos republicanos son "negacionistas electorales" y han respaldado las alegaciones sin fundamento de Trump de que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas.
En este contexto, las disputas podrían dar lugar a una período prolongado de incertidumbre.
"Si los candidatos no reconocen la derrota o deciden cuestionar la elección, este período se extenderá alimentado a diario por historias del día de la elección o sobre el período de totalización", afirmó el informe de la Asociación por la Integridad Electoral.
Los especialistas también advierten que "observadores electorales" de la derecha, movilizados por seguidores de Trump para buscar supuestos fraudes, podrían sin bases decir que no pudieron detectar nada debido a que les impidieron actuar, lo que aumentaría la posibilidad de una confrontación violenta.
La desinformación que inunda las redes sociales incluye llamados a la violencia suscritos por teóricos de la paranoia electoral.
El Grupo SITE, que monitorea extremistas en línea, dijo que los ultranacionalistas estaban promoviendo una "intervención armada y violenta" en los centros de totalización de Georgia.
El llamado, de acuerdo con informes, surgió en respuesta al anuncio de la extensión del horario electoral para consignar las papeletas en el correo luego de un problema logístico.
Enfrentar la desinformación
El Centro para el Progreso Estadounidense, otro think-tank sin filiación partidista, opina que la desinformación "no sólo continuará sino que empeorará en el escenario poselectoral".
"Los negacionistas electorales pueden hacer ruido con impugnaciones legales sin fundamento. Funcionarios electorales con motivaciones políticas pueden recusarse a certificar los resultados electorales", apunto el think-tank en un informe.
Políticos republicanos como el expresidente Trump comenzaron este martes a poner en tela de juicio la integridad del proceso electoral luego de que fueron reportados problemas técnicos en algunas máquinas de Arizona.
"Están llegando informes de Arizona de que las máquinas de votación no funcionan de forma adecuada en áreas predominantemente republicanas/conservadoras", escribió Trump en su plataforma Truth Social.
"¿Esto puede ser verdad justo cuando la gran mayoría de los republicanos esperó para votar hoy? ¿Otra vez?", agregó.
Sus palabras repercutieron.
"Difícil saber si estamos presenciando incompetencia o algo peor", tuiteó Blake Masters, un candidato al Senato por Arizona que cuenta con el apoyo de Trump.
El martes, las autoridades del condado de Maricopa, en Arizona, dijeron que cerca del 20% de los 223 centros de votación registraron dificultades técnicas que no colocan en riesgo la precisión de la totalización.
"La gente ha difundido desinformación sobre nuestras elecciones en los últimos meses", tuiteó Stephen Richer, del registro del condado Maricopa.
"En las próximas semanas anticipamos más de esto", agregó. "Estamos preparados para enfrentar la desinformación con la verdad".
AFP
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