por Redacción RPP
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Lao Rongzhi, de 48 años, fue condenada a la pena capital por el homicidio intencionado de cinco personas. La mujer estuvo prófuga por veinte años.
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El tribunal superior de la provincia china de Jiangxi (centro), falló hoy en contra de la apelación de Lao Rongzhi, de 48 años, condenada a muerte por el homicidio intencionado de cinco personas.
El dictamen del tribunal incidió en que “la sentencia en primera instancia fue clara”, acompañándose de “suficientes pruebas fehacientes” por lo que la “condena fue certera, la sentencia adecuada y el procedimiento del juicio legal”.
El fallo desestimó la apelación y confirmó la sentencia original de septiembre de 2021 y la condena a muerte deberá ser aprobada por el Tribunal Supremo de conformidad con la ley, aunque el hermano de la condenada afirmó a los medios de comunicación locales que presentarían otra apelación junto con los abogados.
Lao y sus abogados defendían en la apelación que ella debía ser considerada como “cómplice coaccionada”, por lo que la condena por homicidio intencionado estaba equivocada.
Tras leerse el fallo en segunda instancia, Lao Rongzhi afirmó ante el tribunal sentirse “muy decepcionada” por ver su apelación rechazada.
“El tribunal me condenó a muerte, pero no lo acepto”, agregó Lao, a pesar de haber admitido su culpabilidad ante la corte.
Aparte de los cinco cargos de homicidio intencionado, el tribunal consideró que también es culpable de otro homicidio durante un robo, secuestro y una extorsión por valor de 70 000 yuanes (10 830 dólares).
Según la sentencia original, dictaminada en septiembre de 2021, la carrera criminal de Lao comenzó en 1996, año a partir del cual ella y su compañero sentimental, Fa Ziying, "llevaron a cabo actos de violencia" en diferentes ciudades del centro y el este de China.
En uno de estos actos, Lao y Fa asesinaron a un empresario llamado Xiong Qiyi y, acto seguido, acudieron a desvalijar su vivienda, en la que encontraron y mataron a su esposa y a su hija de tres años.
Veinte años prófuga
En 1999, Fa Ziying fue detenido y ejecutado cinco meses después y, desde entonces, Lao Rongzhi permaneció fugada, usando nombres falsos.
Sin embargo, fue detenida en 2019 en la ciudad suroriental de Xiamen.
Al comienzo del juicio, Lao aseguró que ella también era una víctima dado que Fa Ziying la maltrataba física y psicológicamente para obligarla a participar en los crímenes y citó palizas y torturas: "Me puse pantalones durante mucho tiempo porque tenía la piel llena de moratones", declaró.
No obstante, el tribunal describió en la sentencia los actos de Lao como "extremadamente graves" y mencionó "la profunda maldad" de la acusada, a la que condenó a la pena máxima.
Las autoridades chinas no facilitan datos oficiales sobre el número de condenados a muerte, pero en el informe relativo a la pena capital de 2021 elaborado por Amnistía Internacional, la organización apuntó que "China continúa siendo el mayor verdugo del mundo", aunque sigue considerando los datos sobre ejecuciones como secretos de Estado e impide su escrutinio independiente. (EFE)
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