Cientos de personas forzaron la entrada del palacio presidencial de Sri Lanka y obligaron al presidente Gotayaba Rajapaksa a abandonar precipitadamente el lugar en medio de la crisis económica que se vive en la nación.
Los manifestantes que tomaron pacíficamente este sábado la Casa Presidencial, residencia oficial del presidente de Sri Lanka, han entregado a la Policía unos 17,8 millones de rupias ceilandesas (unos 48.500 dólares) que fueron hallados dentro del inmueble.
Los manifestantes han entregado esta suma de dinero en la Comisaría Central de la Policía en Colombo, según recoge el portal de noticias ceilandés NewsFirst.
El montante ha sido trasladado a la comisaría del Barrio del Fuerte, donde se encuentra la residencia oficial del presidente, Gotabaya Rajapaksa, quien el sábado anunció que dimitiría el próximo miércoles como mandatario de Sri Lanka. Los tribunales serán informados de los detalles del hallazgo este lunes.
La revolución que ha culminado este sábado con la dimisión de Rajapaksa se ha caracterizado por el extremo civismo de la protesta e incluso se han visto imágenes de manifestantes barriendo o lavando los platos en la residencia presidencial.
También han trascendido imágenes festivas de manifestantes en la piscina de la residencia de Rajapaksa, relajados en la cama del mandatario o revisando calmadamente su móvil en uno de los sofás de la Casa Presidencial.
Presidente de Sri Lanka huye de su residencia
Cientos de personas forzaron el fin de semana la entrada del palacio presidencial de Sri Lanka y obligaron al presidente Gotayaba Rajapaksa a abandonar precipitadamente el lugar, luego de que anunciase que renunciará al cargo el próximo miércoles. Rajapaksa es señalado como principal responsable de la mayor crisis desde la independencia del país en 1948, que conjuga una inflación galopante con una grave escasez de combustibles, electricidad y alimentos.
Las redes sociales mostraron imágenes de los invasores deambulando por los salones del edificio de la época colonial británica y a algunos refrescándose en la piscina del lugar.
"El presidente ha sido escoltado a un lugar seguro", dijo una fuente militar a la agencia AFP. "Sigue siendo el presidente y está bajo protección de una unidad militar", añadió.
Para garantizar su evacuación, los militares tuvieron que efectuar varios disparos al aire, manteniendo a raya a la muchedumbre.
Poco después, las oficinas del mandatario, en el distrito administrativo, también cayeron en manos de los manifestantes, que además atacaron e incendiaron la residencia privada del primer ministro, Ranil Wickremesinghe.
El primer ministro Wickremesinghe, primero en la línea de sucesión, convocó durante el día una reunión de emergencia con líderes de otros partidos y se dijo dispuesto a dimitir para permitir la formación de un gobierno de unidad nacional.
(Con información de Europa Press y AFP)
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