Hachikō fue adoptado en 1924 por Hidesaburo Ueno, profesor en una universidad de Tokio. Regularmente, el animal esperaba a su amo en la estación de Shibuya para recorrer juntos el camino de regreso a casa. El profesor murió súbitamente en su trabajo en 1925, pero Hachikō continuó esperándolo a diario durante casi diez años ante la estación, antes de volver solo a su casa donde los vecinos lo alimentaban.Fuente:
AFP