Masayoshi Arai, un burócrata muy cercano a Fumio Kishida, dijo ante periodistas que "no querría vivir al lado" de una pareja del colectivo LGBTQ+ y que no quiere "ni siquiera mirarlos".
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, cesó este sábado a uno de sus secretarios tras salir a la luz unos comentarios homófobos del burócrata que han generado rechazo social, en un nuevo patinazo para el ya impopular mandatario.
Masayoshi Arai, un burócrata muy cercano a Kishida que ejercía como su secretario ejecutivo, dijo en la víspera extraoficialmente ante periodistas que "no querría vivir al lado" de una pareja del colectivo LGBTQ+ y que no quiere "ni siquiera mirarlos", según los comentarios hechos públicos por la prensa local.
Las declaraciones de Arai se produjeron pocos días después de que Kishida adoptara una postura cautelosa en el actual debate en el parlamento sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo, que no está legalmente reconocido en Japón, algo que generó malestar entre el colectivo, que ha presentado varias demandas para que se reconozcan sus uniones, con resultados mixtos y algunos en curso.
"Debemos ser extremadamente cautelosos a la hora de considerar el asunto, ya que podría afectar a la estructura de la familia en Japón", dijo recientemente el jefe del Ejecutivo nipón al respecto.
Tras la polémica con Arai, que provocó rechazo y preocupación en las calles, el primer ministro Kishida dijo hoy que las palabras del burócrata "no pueden sino obligar" a su Administración a considerar su futuro y que "contradicen totalmente la política del Gobierno y son inexcusables", según recogió la agencia de noticias Kyodo.
Entre otros comentarios proferidos por Arai, aseguró que, de aprobarse el matrimonio entre personas del mismo sexo en Japón, " cambiaría la forma de la sociedad" y que "bastantes personas abandonarían este país", en referencia al archipiélago.
Después de la polémica
Después de hacerse públicas sus palabras, Arai se disculpó y se retractó, y dijo que sus comentarios no reflejan el pensar de Kishida.
Muchos miembros del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) liderado por Kishida, de ideología conservadora, se oponen a la legalización del matrimonio homosexual, citando los que consideran los valores tradicionales en el país, entre ellos el papel de las mujeres en la crianza de los hijos.
La polémica supone un nuevo revés para el primer ministro nipón, cuyos índices de popularidad se encuentra en mínimos tras la dimisión de cuatro ministro en alrededor de dos meses en 2022 debido a varios escándalos y meteduras de pata.
Japón es el único país del G7 que no reconoce el matrimonio ni las uniones civiles homosexuales. (EFE)
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