El gobierno nipón ha relajado sus normas sanitarias vigentes durante más de tres años por la pandemia.
Japón ha equiparado desde este lunes la categoría de riesgo de la COVID-19 a la de la gripe estacional, lo que conlleva la relajación de sus medidas sanitarias excepcionales que han estado vigentes durante más de tres años por la pandemia.
Entre estas medidas preventivas se encontraban restricciones fronterizas, ya levantadas por las autoridades niponas en las últimas semanas, así como la recomendación de cuarentenas de una duración determinada para los contagiados de la COVID-19 y sus contactos cercanos.
La nueva clasificación de la COVID-19 como una enfermedad común y de bajo riesgo también significa que los contagiados tendrán que correr con una mayor parte de los gastos médicos derivados, en el marco del sistema nacional sanitario de copago, y que podrán recibir tratamientos en cualquier instalación sanitaria y no sólo en centros designados como hasta ahora.
La COVID-19 había sido categorizada como "una amenaza pública sanitaria especial" en 2020, lo que la situaba en un mayor nivel que otras enfermedades infecciosas como la tuberculosis o el SARS-CoV-1, otra especie de coronavirus que causa el síndrome respiratorio agudo grave.
"Hemos venido buscando un equilibrio entre la prevención de la propagación de la pandemia y el mantenimiento de las actividades socioeconómicas, todo ello trabajando con los expertos", dijo hoy en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo nipón, Hirokazu Matsuno.
Relajan restricciones
El Gobierno de Japón ya había levantado su recomendación de llevar mascarillas el pasado 13 de marzo, aunque un número significativo de ciudadanos nipones continúa portándolas tanto en exteriores como en interiores.
Las mascarillas nunca han sido obligatorias en el país asiático, que tampoco ha impuesto en ningún momento de la pandemia el confinamiento obligatorio de la población.
A finales de abril, Japón también eliminó las últimas medidas de prevención fronterizas que seguían vigentes, que consistían en exigir a los viajeros que llegaran al país que presentaran un certificado de vacunación con al menos tres dosis o se sometieran a un test del coronavirus con resultado negativo antes del viaje.
Japón, con una población de unos 125 millones de habitantes, acumula 33,7 millones de contagios y 74 654 fallecimientos por la COVID-19 desde el inicio de la pandemia. (EFE)
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