Allegados al presidente electo, Javier Milei, indicaron que la conversación telefónica con el papa Francisco fue "ameno y muy bueno". La charla se dio después de las críticas vertidas por uno y otro durante la campaña electoral que se vivió en los últimos meses en la Argentina.
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El presidente electo de Argentina, Javier Milei, ratificó al papa Francisco la invitación para que visite su país natal en el 2024, luego de que el Sumo Pontífice lo llamara por teléfono para felicitarlo por su victoria, en segunda vuelta, sobre el oficialista Sergio Massa.
Según allegados a Milei, quien asumirá la presidencia el próximo 10 de diciembre, el encuentro telefónico, que duró cerca de 10 minutos, fue “ameno y muy bueno”.
Como se recuerda, el economista ultraliberal tuvo duros calificativos contra el líder de la Iglesia católica a quien calificó como el “representante del maligno en la tierra” y durante la campaña presidencial lo acusó de “estar del lado de dictaduras sangrientas”.
Además, en octubre último, Alberto Benegas Lynch, referente de La Libertad Avanza, pidió durante un mitin “romper relaciones” con el Vaticano.
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La gestora de este llamado, cuyo fin es limar asperezas entre ambos, habría sido Diana Mondino, diputada electa y referente en política exterior del partido libertario, quien consideró como un gran “error” lo expuesto por Benegas Lynch semanas atrás.
El jefe de Estado argentino, quien se encontraba en medio de una entrevista grabada, la interrumpió para atender al papa Francisco, con el que conversó sobre la pobreza que afecta al país y sus planes para el área social.
Disculpas previsa de Milei y reacción de Francisco
Cabe precisar, que Javier Milei pidió disculpas en reiteradas oportunidades sobre sus expresiones contra Francisco y manifestó en campaña que recibiría con “los honores” de jefe de Estado al papa en caso visite la Argentina.
El papa Francisco, por su parte, dijo en una entrevista para Télam, antes de la primera vuelta de las elecciones, tener cuidado de los “payasos del mesianismo” y que tenía “miedo a los flautistas de Hamelin”, que “son encantadores de gente” a la que “terminan ahogando”.
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