Las fuerzas ucranianas creen que Rusia intentará romper de nuevo la resistencia de la capital y la región de Kiev, al tiempo que proseguirá su ofensiva en el sur y el este de Ucrania, especialmente en el Donbás.
Las fuerzas ucranianas controlan la situación en la capital y la región de Kiev, pero creen que Rusia intentará romper de nuevo la resistencia después de reagruparse en territorio bielorruso, al tiempo que proseguirá su ofensiva en el sur y el este de Ucrania, especialmente en el Donbás.
"Se asignaron varias unidades al área de Chernóbil -en la región de Kiev- para su posterior reubicación a Bielorrusia, con el objetivo de restaurar la capacidad de combate", señaló este domingo el Mando General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
"Es posible que después de la implementación de estas medidas, el reagrupamiento y el fortalecimiento de las fuerzas, los ocupantes reanuden las acciones para bloquear Kiev desde la dirección suroeste", añadió.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en EEUU, coincide en esta evaluación: "el Ejército ruso continúa concentrando reemplazos y refuerzos en Bielorrusia y Rusia al norte de Kiev, para luchar por posiciones en las afueras de la capital e intentar completar el cerco y la captura de Chernígov", sostiene.
En su último análisis, el ISW afirma que "las actividades rusas alrededor de Kiev no muestran cambios en la priorización del alto mando ruso de la lucha alrededor de la capital de Ucrania, que continúa ocupando la mayor concentración individual de fuerzas terrestres rusas en Ucrania".
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El frente norte no descansa
En la región de Kiev en las últimas 24 horas hubo más de 30 bombardeos por parte de las tropas rusas contra urbanizaciones e infraestructura social, según indicó la Administración Regional Militar.
Desde el inicio de la ofensiva militar de Rusia, se registraron destrucciones en 34 de las 69 comunidades de la región, el 49,2 %. Más de 500 objetos fueron destruidos.
Chernígov a su vez amenaza con convertirse en una segunda Mariúpol, ciudad símbolo de la resistencia ucraniana, pero también de la tragedia humana por el prolongado asedio que lleva sufriendo.
"Debido a la destrucción de la infraestructura crítica y las hostilidades activas en la ciudad de Chernígov, no hay suministro de electricidad, calefacción y agua. El gas funciona solo parcialmente", según el jefe de la Administración Regional Militar, Vyacheslav Chaus.
El alcalde de la ciudad, Vladyslav Atroshenko, señaló la víspera que "ciudad que está hecha pedazos".
¿Ofensiva final en el Donbás?
Pese al anuncio de Rusia el viernes pasado de que iba a concentrarse en la liberación del Donbás, el ISW no ve aún indicios de que esto sea así.
"Los rusos no han pretendido redesplegar fuerzas desde Kiev o cualquier otra parte de Ucrania para concentrarse en la lucha en el Donbás, y hemos observado numerosos indicadores de que no lo han hecho", indicó.
"La naturaleza cada vez más estática de los combates alrededor de Kiev refleja la incapacidad de las fuerzas rusas más que cualquier cambio en los objetivos o esfuerzos rusos en este momento", apuntó.
La inteligencia militar británica contradijo hoy no obstante este análisis.
El Ministerio de Defensa sostuvo que "las fuerzas rusas parecen concentrar sus esfuerzos en intentar rodear las fuerzas ucranianas que se enfrentan directamente a las regiones separatistas en el este del país, avanzando desde el norte desde Járkov y desde el sur desde Mariúpol".
El jefe de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, el general de brigada Kirill Budanov, coincidió con Londres.
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"Después de los fracasos cerca de Kiev y la imposibilidad de derrocar al Gobierno central de Ucrania, (el presidente ruso, Vladímir) Putin, ya está cambiando sus principales direcciones operativas hacia el sur y el este", señaló, según la agencia UNIAN.
"Hay razones para creer que está considerando un escenario "coreano" para Ucrania. De hecho, este es un intento de crear Corea del Norte y Corea del Sur en Ucrania. Después de todo, (el presidente ruso) definitivamente no puede capturar todo el país ", dijo Budanov.
En su opinión, el Kremlin sigue trabajando en establecer un corredor terrestre hacia la anexionada península de Crimea desde el Donbás, pero recalcó que se topa por ahora con la "inquebrantable" Mariúpol.
El ISW sin embargo cree que las fuerzas rusas probablemente obtendrán en un futuro relativamente cercano el control de la ciudad, que pertenece a la región de Donetsk.
El líder de la otra región separatista prorrusa, Lugansk, consideró hoy cercano la celebración de un referéndum sobre la adhesión del territorio a Rusia, algo que el portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, consideró fuera de la legalidad.
"Los falsos referéndums en las partes ocupadas de Ucrania son nulos y sin efecto. Ningún país del mundo reconocerá jamás el cambio forzoso de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania", escribió en un tuit.
Entre otras cosas, Rusia exige en vano a Ucrania el reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lugansk en la mesa de negociaciones, que sentará en los próximos días de nuevo en persona a la misma mesa a las delegaciones de ambos países. Según Kiev, el encuentro se celebrará en Turquía.
El miembro de la delegación ucraniana, David Arahamiya, anunció hoy que Ucrania y Rusia celebrarán una nueva ronda de negociaciones, esta vez de tres días, de mañana lunes al miércoles, y en Turquía.
Y el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, confirmó la cita, aunque sin mencionar Turquía, en su canal oficial de Telegram, y dijo que comenzará el martes.
A la espera de algún avance en las negociaciones, Ucrania sigue defendiendo su territorio y ha pasado a "pequeños contrataques tácticos" en las regiones de Sumy (noreste), Járkov (este), Kiev (norte) y Jersón (sur), según dijo hoy el asesor presidencial, Oleksiy Arestóvych.
(Con información de EFE)
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"Espacio Vital": La tercera ola podría llegar a su fin, el 1 o 2 de abril, siempre y cuando se cumplan ciertos parámetros que se deben seguir desde la semana 10 hasta la semana 13 (fin de marzo). Es decir deben ser cuatro semanas sostenidas de niveles bajos de casos, por debajo de los 5 mil, que es el nivel más bajo que se dio entre la segunda y tercera ola, y de hospitalizados, que se espera que sean menos de 800 casos, así lo afirmó el doctor César Munayco, investigador del centro nacional de epidemiología, prevención y control de enfermedades (CDC) del Minsa. El especialista aclaró que el fin de la tercera ola no significa que acabó la pandemia, por lo que recomendó que sigamos cumpliendo con las medidas de bioseguridad.
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