A raíz del desplome del proyecto Terra, el futuro de las criptomonedas estables se ha puesto en duda.
Por Redacción Unicorn Hunters con información de CryptoConexión
No era fácil imaginar que una stablecoin como Terra USD (UST) -un tipo de criptodivisa creada para que su precio resultara menos volátil- acabara entre los distintos factores involucrados en un desplome financiero que, además de causar pérdidas por $40,000 millones de dólares, afectó a todo el mercado de las criptomonedas.
Sin duda, la caída de Terra -en el que el token nativo del proyecto, de nombre LUNA, fue un factor tan relevante como UST- quedará registrada en la historia de la industria cripto. Sin embargo, también representa una oportunidad para comprender el concepto que hay detrás de una stablecoin.
Estabilidad en formato cripto
Una stablecoin es una criptomoneda cuyo valor, para ofrecer un mayor rango de estabilidad, se asocia a un activo externo. Aquí radica su principal diferencia respecto a otra clase de divisas cripto (como bitcoin o ether), que tienen un costo anclado en la dinámica de la oferta y la demanda.
Las criptomonedas estables pueden vincularse a distintos activos, incluyendo dinero fiduciario (fiat), toneladas de granos, materias primas, acciones de empresas, reservas de minerales e incluso a otro criptoactivo. En esta clase de divisas, las opciones vinculadas al dólar estadounidense (USD) se ubican entre las más populares. Tal es el caso de Tether USD (o USDT), una stablecoin con paridad “uno a uno” con el dólar -es decir, 1 USDT equivale a 1 USD.
Otro tipo de casos, como un proyecto desarrollado en Argentina, pueden ofrecer paridades sorprendentes (sobre todo para las personas poco familiarizadas con la industria cripto): una stablecoin que equivale al precio de una tonelada de trigo.
Algoritmos en duda
Como lo reveló la debacle de Terra, las stablecoins, a la hora de buscar la estabilidad, pueden seguir distintos caminos. UST pertenece a una categoría especial: las “stablecoins algorítmicas”. Sin entrar en explicaciones técnico-financieras excesivamente complejas, se puede afirmar que este tipo de monedas se apoya en mecanismos de software para definir las acciones que aseguren la paridad.
Aunque su forma de operar no es fácil de exponer, el expediente de Terra demuestra que los algoritmos pueden fallar -tropezón que se agrava con las reacciones de especulación y pánico que se manifiesten en el mercado- y los inversores acaban con una stablecoin, supuestamente vinculada 1:1 con el USD, que solo vale 40 o 30 centavos de USD. ¿A dónde se fue la estabilidad?
Un futuro con grandes oportunidades
Casi siempre sin considerar la existencia de una modalidad “algorítmica”, no han faltado las voces que aprovechan la crisis de Terra para decretar el fin de las criptomonedas estables. En la industria cripto no comparten dicha perspectiva.
“Las stablecoins son parte del futuro. De hecho, creemos que, dentro de la industria cripto, será uno de los primeros sectores en ser regulados -empezando en Estados Unidos”, dice Fernando Martínez, director para las Américas de OSL, compañía que provee servicios cripto (como servicios de corretaje, exchange y custodia) a clientes institucionales e inversores profesionales.
“Las monedas estables algorítmicas tienen mayor riesgo, y en ese sentido, es recomendable mantenerse alejados de ellas, ya que estamos en una etapa temprana de su desarrollo. Y eso no quiere decir que no serán relevantes en el futuro”, añadió Martínez en entrevista con CryptoConexión.
Por otro lado, las criptomonedas estables -digamos- “no algorítmicas” están demostrando su capacidad para desarrollar innovadores modelos de financiamiento, que al tiempo de beneficiar a inversores contribuyen al fortalecimiento de diversos sectores de la economía.
“Descubrimos que había una posibilidad muy grande de digitalizar o tokenizar los granos. Nosotros solo digitalizamos una operación que ocurre desde hace décadas. Con nuestra solución, el productor siempre está posicionado en granos, y a la vez, obtiene liquidez inmediata para garantía de un préstamo, ahorro o pago de deudas”, comenta Eduardo Novillo, CEO de la startup argentina Agroketen, que creó tres stablecoins respaldadas por el precio de las toneladas de trigo, soja y maíz.
En la joven industria cripto aún hay muchos conceptos e ideas en proceso de definición. Las stablecoins forman parte de dicho proceso. En 5 o 10 años quizás sean activos muy distintos, sin embargo, cuesta trabajo imaginar un futuro sin ellas.
Comparte esta noticia
Siguenos en