El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, condenó el veto de Estados Unidos a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para pedir un alto el fuego inmediato en Gaza.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, afirmó este sábado que considera a Estados Unidos "responsable del derramamiento de sangre" en Gaza, después de que Washington vetara una resolución en la ONU para pedir un cese el fuego en este territorio palestino.
Abás, que dirige el gobierno en Cisjordania, calificó de "inmoral" la postura de Estados Unidos e indicó que Washington es "responsable del derramamiento de sangre de niños, mujeres y ancianos palestinos en la Franja de Gaza a manos de las fuerzas de ocupación israelíes", según un comunicado de su despacho.
El veto de Estados Unidos, principal aliado de Israel, en el Consejo de Seguridad de la ONU a una resolución para pedir un cese el fuego humanitario frenó este intento de dar un respiro al territorio palestino.
Para el representante adjunto de Estados Unidos en la ONU, Robert Wood, la resolución estaba disociada de la "realidad" y "no hubiera movido ni una aguja en el terreno".
Autoridad Palestina: Estados Unidos es "cómplice de los crímenes de genocidio"
Este esfuerzo para establecer un cese el fuego estuvo impulsado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y varios países árabes.
Israel celebró el veto, pero el promotor de la resolución, Emiratos Árabes Unidos, expresó su "profunda decepción".
Abás afirmó este sábado que "la postura de Estados Unidos lo hace cómplice de los crímenes de genocidio, limpieza étnica y crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de ocupación contra los palestinos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén".
El movimiento palestino Hamás, que gobierna en Gaza, también condenó la decisión de Estados Unidos, en un momento en que, según el grupo islamista, 17.487 personas han muerto por la ofensiva israelí en este territorio palestino, en su mayoría mujeres y menores.
Israel bombardea Gaza desde el 7 de octubre, en respuesta al ataque lanzado por combatientes de Hamás contra su territorio, en el que mataron a cerca de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según las autoridades israelíes. Del total de rehenes, unos 138 siguen cautivos.
(AFP)
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