Daniel Montañez, pasajero de Air Europa, relató que tras el aterrizaje de emergencia, los equipos de rescate tuvieron dificultades para avanzar entre los heridos que habían quedado en el suelo de la aeronave.
La mayoría de pasajeros del avión de Air Europa que aterrizó de emergencia el último lunes en Brasil debido a una fuerte turbulencia que dejó varios heridos a bordo, llegó ayer, martes, a Montevideo, capital de Uruguay, ciudad que era el destino final de la aeronave procedente de Madrid, España.
La compañía informó a través de un comunicado, que 303 pasajeros fueron llevados por otro avión al país sudamericano, otro GRUPO regresó a España y seis se quedaron ingresados en la ciudad brasileña de Natal junto a algunos acompañantes.
Air Europa señaló que los heridos, la mayoría por golpes y contusiones, fueron atendidos en Natal y el resto fue trasladado el lunes por la tarde en autobús a la ciudad de Recife, 290 km al sur, desde donde volaron hacia Montevideo a primera hora de la madrugada en "un nuevo avión procedente de Madrid enviado expresamente para este viaje".
Autoridades brasileñas informaron el lunes que entre los heridos hay nacionales de España, Argentina, Uruguay, Israel, Bolivia y Alemania. El avión afectado por las fuertes turbulencias era un Boeing 787-9 Dreamliner de Air Europa con 325 pasajeros a bordo.
El testimonio de un pasajero del Air Europa
La cadena de noticias estadounidense CNN se contactó con Daniel Montañez uno de los pasajeros del vuelo UX45 de Air Europa que se vio obligado a aterrizar en Brasil por un "episodio severo de turbulencias". Desde su casa en Uruguay relató que su esposa y él resultaron ilesos porque tenían abrochado el cinturón de seguridad durante el incidente.
Montañez y su esposa dormían cuando sintieron "el sacudón", un violento movimiento súbito que hizo que abrieran los ojos.
“Cuando me desperté, tenía una visión de la gente en el techo, cayendo y subiendo. Fueron unos segundos, pero cuando entré en cuenta de lo que estaba pasando, en realidad después ya se había estabilizado el avión”, dijo la CNN.
“Había gente quebrada, gente en el piso, gente gritando, gente que se sentía mal, gente sangrando… una imagen bastante caótica. Como te imaginarás, los nervios a esa altura empiezan a jugar después de que entras en razón de lo que pasó, porque en ese momento en realidad no te das cuenta de nada, solo movimientos y locura”, agregó.
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Montañez relató que, tras la emergencia, los miembros de la tripulación empezaron a atender a los heridos. “Hicieron dentro de lo que tenían, las herramientas a sus manos, todo lo posible”, dijo.
Recordó que tras momentos de incertidumbre avisaron a los pasajeros que desviarían el rumbo para aterrizar en la ciudad brasileña de Natal.
Tras el aterrizaje de emergencia, ingresaron a la aeronave equipos de rescate, quienes tuvieron dificultades para avanzar entre los heridos que estaban en el suelo.
“Por ejemplo, las camillas para sacar a la gente que estaba tirada en el piso no entraban entre el pasillo, eso hacía que fuera muy difícil sacar a la gente que estaba en el piso, herida”, relató.
“Fueron momentos muy largos hasta que pudieron sacar a la gente del avión, porque improvisaron muchas cosas. Trataban de ver cómo la sacaban, abrir la puerta de emergencia, de costado, arrimaron la escalera ahí [...] Pero por ahí pidieron evacuar a muchas personas heridas, que eso llevó mucho tiempo, eso nos llevó casi tres horas en la pista de aterrizaje. Ya en ese momento, había llegado más personal, se ve que de los hospitales cercanos, muchos más bomberos. En ese momento se fue acelerando”, dijo a la CNN.
Montañez, cuya familia viaja con frecuencia y ha vivido varias turbulencias, dijo que nunca antes vio algo similar.
“La imagen esa de gente golpeando contra el techo, contra el piso y después golpeando de vuelta es muy caótico, y ahí te das cuenta de la gravedad de la caída del avión”, evocó. (Con información de EFE, AFP y CNN)
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