Entre las víctimas mortales, 2 641 son mujeres y 4 104 son niños. El Ministerio de Sanidad gazatí denunció que, en las últimas 24 horas, han muerto 252 personas en los bombardeos israelíes sobre el enclave en 18 ataques, que afectaron a varios hospitales.
Los bombardeos israelíes dejaron más de 10 000 muertos en la Franja de Gaza, informó este lunes Hamás, casi un mes después del inicio de la guerra desencadenada tras el letal ataque del grupo islamista palestino en Israel.
En el sur del enclave, donde se hacinan miles de civiles para intentar huir de la guerra, el puesto fronterizo de Rafah fue reabierto, tras dos días cerrado, para permitir nuevas evacuaciones hacia Egipto.
Israel llevó a cabo intensos bombardeos en la noche del domingo al lunes en el norte de la Franja y en la ciudad de Gaza, en los que murieron más de 290 personas, según Hamás, y llamó de nuevo a los civiles a abandonar esa parte del enclave, bombardeado sin descanso en represalia por el ataque lanzado el 7 de octubre.
Un nuevo balance oficial de Hamás dio cuenta de 10 022 muertos, más del 70 % son mujeres, niños y ancianos, además de más de 25 400 heridos, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por el brazo político de Hamás.
Entre las víctimas mortales, 2 641 son mujeres y 4 104 son niños. El Ministerio denunció que en las últimas 24 horas han muerto 252 personas en los bombardeos israelíes sobre el enclave en 18 ataques, que afectaron a varios hospitales.
En paralelo, Israel libra desde el 27 de octubre ofensivas terrestres contra el grupo islamista, que ha prometido "aniquilar".
El Ejército anunció el lunes que había efectuado "ataques significativos" en el territorio y afirmó que sus soldados estarían "menos limitados" para actuar si los civiles se van hacia el sur.
"Entonces podremos desmantelar a Hamás, bastión tras bastión, batallón tras batallón, hasta que logremos el objetivo final, que es liberar a la Franja de Gaza, a toda la Franja de Gaza, de Hamás", dijo un portavoz.
Según el general Daniel Hagari, portavoz del Ejército israelí, los soldados que operan en Gaza han dividido el territorio en dos, "Gaza sur y Gaza norte". Los combates más intensos tienen lugar en el norte, donde, según Israel, se encuentra el "centro" de Hamás.
"Ya basta"
Los líderes de las principales agencias de la ONU publicaron un comunicado conjunto el domingo para expresar su indignación ante el aumento del número de víctimas.
"Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Han pasado 30 días. Ya basta. Esto debe detenerse ahora", escribieron, pidiendo también a Hamás que libere a los más de 240 rehenes que mantiene retenidos desde el 7 de octubre.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó el lunes que su país trabajaba "muy activamente" para hacer llegar más ayuda a Gaza, tras reunirse en Ankara con su homólogo turco, Hakan Fidan.
Washington se opone a un alto el fuego que, en su opinión, beneficiaría a Hamás, pero propone establecer "pausas humanitarias" para distribuir ayuda a la población. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza cualquier tregua temporal si no se liberan los rehenes.
Los bombardeos afectan duramente a la población civil en este pequeño territorio de 362 km2 con 2,4 millones de habitantes.
Desde el 9 de octubre la Franja de Gaza está bajo "completo asedio" por parte de Israel, que ha cortado los suministros de agua, electricidad y alimentos.
El Ejército israelí acusó de nuevo el lunes a Hamás -considerado como una organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel- de construir túneles debajo de hospitales, escuelas y lugares de culto para esconder a combatientes y planificar ataques, una acusación que el movimiento islamista ha negado repetidamente.
Al menos 30 soldados israelíes han muerto desde que comenzó la operación terrestre, según el ejército.
"No hay pan, ni agua"
La guerra ha convertido barrios enteros de la Franja de Gaza en campos de ruinas y ha provocado el desplazamiento de 1,5 millones de personas dentro del territorio según la ONU.
"La situación es muy difícil. No hay pan, ni agua, nada, ni siquiera agua salada. Vimos cadáveres [en la carretera], los niños estaban muy asustados", dijo Zakaria Akel, que huía con su familia hacia el sur, cerca de la frontera con Egipto, donde cientos de miles de personas viven en condiciones muy precarias.
Esta frontera se abrió parcialmente el 21 de octubre para permitir el tránsito de convoyes humanitarios a través del cruce de Rafah, el único que no está bajo control israelí. Un total de 451 camiones habían pasado hasta el sábado, según la ONU.
La terminal abrió tres días la semana pasada para dejar salir a decenas de heridos palestinos y cientos de personas con pasaporte extranjero, antes de que Hamás decidiera volverla a cerrar, tras el bombardeo israelí de un convoy de ambulancias.
Seis vehículos con palestinos heridos cruzaron el lunes el puesto, según un responsable egipcio.
También ha recrudecido la situación en Cisjordania, otro territorio palestino, donde en un mes más de 150 palestinos murieron por disparos de soldados o colonos israelíes, según el ministerio de Salud de la Autoridad Palestina.
La célebre militante palestina Ahed Tamimi, de 22 años y que se hizo famosa a los 14 cuando mordió a un soldado israelí para impedir que detuviera a su hermano menor, fue detenida el lunes en Cisjordania "por incitación al terrorismo".
Y en Jerusalén Este, la parte palestina de la Ciudad Santa anexionada por Israel, una policía israelí murió tras ser apuñalada por un palestino de 16 años.
Otro foco de tensión es la frontera norte de Israel con Líbano, donde los disparos entre el Ejército israelí y Hezbolá -aliado de Hamás y apoyado por Irán- hacen temer un desbordamiento del conflicto.
Hamás anunció el lunes que disparó 16 cohetes hacia el norte del territorio israelí desde Líbano, con la intención de atacar el sur de la ciudad de Haifa.
(AFP/EFE)
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