La actriz Francia Raisa acompañó a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en un acto de campaña electoral en el estado de Arizona, cuando se cumplen dos años de la decisión del Tribunal Supremo que acabó con las protecciones federales al aborto, permitiendo a cada estado fijar sus propias reglas.
La actriz latina Francia Raisa no quiere imaginar un futuro con Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Si el magnate gana las elecciones de noviembre y regresa al poder, Estados Unidos "no será un país libre", advierte en una entrevista con EFE.
La actriz acompaña este lunes a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en un acto de campaña electoral en el estado de Arizona, cuando se cumplen dos años de la decisión del Tribunal Supremo que acabó con las protecciones federales al aborto, permitiendo a cada estado fijar sus propias reglas.
Raisa, de 35 años, se ha sumado a Harris porque las restricciones al aborto que han aprobado más de una veintena de estados afectan de manera desproporcionada a las mujeres de minorías, como las latinas, y a aquellas con menos recursos económicos.
"No entiendo por qué están enfocados en quitarnos nuestros derechos reproductivos y tan íntimos" en vez de "tratar de cuidarnos para que podamos tener hijos y estar sanos", defiende Raisa desde Arizona, un estado clave para las elecciones de noviembre donde los hispanos representan el 25 % del electorado.
En Arizona, en abril, el Tribunal Supremo estatal permitió que entrara en vigor una ley de 1864 que prohíbe el aborto en casi todos los casos, incluso tras una violación o incesto. Sin embargo, el parlamento estatal aprobó una ley para derogarla, aunque no entrará en vigor hasta 90 días después del fin del período legislativo, lo que suele ocurrir en junio o julio.
Según Raisa, esas restricciones afectan a más de 6 millones de mujeres latinas que viven en Arizona. "Si no votamos este noviembre para que podamos seguir alzando la voz, será peligroso para las mujeres en este estado", avisó.
El derecho al aborto "es algo íntimo y alguien que no nos conoce no sabe qué está pasando y no están educados en este tema", por lo que ¿cómo pueden decidir sobre ello?, se pregunta.
La actriz también lamentó que la salud de las mujeres quede en demasiadas ocasiones relegada a un segundo plano.
Raisa, quien hace un par de semanas fue diagnosticada con síndrome de ovario poliquístico y endometriosis, criticó la escasez de estudios que ayuden a determinar patologías previas o que desarrollen tratamientos y asistencia para mejorar la salud reproductiva de las mujeres.
Contra el discurso migratorio de Trump
Hija de migrantes, padre hondureño y madre mexicana, Raisa vivió en sus propias carnes un racismo contra la comunidad hispana que, dice, persiste en Estados Unidos desde la victoria de Trump en las elecciones de 2016.
En 2020 relató en su cuenta de Instagram cómo unos partidarios de Trump le cerraron el paso y se burlaron de ella mientras conducía por una autopista del sur de California.
"Yo nunca he escuchado tanto racismo en mi vida" desde la llegada de Trump al país, lamenta la actriz.
Y no lo entiende: "Pagamos impuestos, cumplimos la ley". La actriz se muestra especialmente frustrada por la retórica de Trump que retrata a los migrantes como perjudiciales para Estados Unidos. "Mira a tu propia gente", asevera con firmeza.
Por eso, sentencia: "Estoy aquí (en Arizona) por mis derechos reproductivos y por mi gente. Mi gente ha trabajado mucho para aportar a la economía".
Y la actriz concluye con una advertencia sobre las posibles consecuencias de una victoria de Trump: "Si ese señor gana otra vez, ahí van nuestros derechos. Supuestamente vivimos en un país libre, pero ya no será más así si nos arrebatan nuestras libertades. Entonces, ¿cuál es el punto?".
(EFE)
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