El excandidato islamista a la presidencia de Egipto de 2012, Abdelmenem Abul Futuh, fue condenado por "difundir noticias falsas" y "perjudicar los intereses nacionales".
Un tribunal especial condenó este domingo a 15 años de cárcel al excandidato islamista a la presidencia de Egipto de 2012 Abdelmenem Abul Futuh, por "difundir noticias falsas" y "perjudicar los intereses nacionales", después de que el político permaneciera en prisión preventiva desde principios de 2018.
Según el texto de la sentencia, al que tuvo acceso Efe, el Tribunal Supremo de Seguridad del Estado dictó esta condena contra el líder del partido Masr Al Qauiya (Egipto Fuerte), de tinte islamista.
Asimismo, también fue condenado a la misma pena el líder interino de la organización islamista Hermanos Musulmanes, Mahmud Ezat, que ya fue sentenciado a cadena perpetua por unos actos de violencia ocurridos en 2013 en torno a la sede de la hermandad en El Cairo.
De acuerdo con el texto, otras 14 personas "vinculadas" con los Hermanos Musulmanes también fueron condenadas a los mismos años de prision por "difusión de noticias falsas" e "incitación contra las instituciones estatales".
En febrero de 2018, Abul Futuh fue detenido por haber criticado al Gobierno egipcio e instado al boicot en las elecciones celebradas ese año, en las que salió vencedor el actual presidente, Abdelfatah al Sisi.
El político, que fue integrante de los Hermanos Musulmanes hasta 2011 -dos años antes de que este grupo fuera declarado terrorista por el Gobierno de Al Sisi- fue acusado entonces de difundir "informaciones falsas" y de "tratar de cambiar el actual sistema de gobierno por la fuerza".
Poco después, la Fiscalía General ordenó la congelación de los fondos del excandidato presidencial y de otras personas, todas ellas incluidas en una lista de "terroristas".
En los pasados años, la mayor parte de los dirigentes de los Hermanos Musulmanes fueron encarcelados y sentenciados a duras penas, y algunos consiguieron huir del país después del golpe de Estado de Al Sisi contra el islamista Mohamed Mursi.
La cofradía fue declarada grupo terrorista a finales de 2013 y las autoridades han perseguido no sólo a los dirigentes, sino a miembros y simpatizantes de la agrupación y se han incautado de todos sus bienes, así como de las empresas de sus integrantes.
EFE
Te recomendamos
Comparte esta noticia
Siguenos en