Los delfines no son tan tiernos como muchos creen, pues en su vida animal normal pueden cometer actos que son perturbadores desde el punto de vista humano.
¿Son los delfines tan buenos como dicen? ¿O son unos villanos en potencia? Sus comportamientos son animales, pero eso no quita que frente al ojo humano, algunos de ellos sean algo perturbadores.
Ya conoces la cara bonita de los delfines, ¿pero conocías la otra más oscura? Acá te dejamos 7 datos que podrían hacerte cambiar de opinión sobre estos animales, recopilados de estudios profesionales en donde se han observado a estos animales detenidamente.
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1. Practican la violencia entre ellos
Cuando se trata de establecer dominio o de iniciar el apareamiento, los delfines pueden llegar a ser violentos en exceso.
Ya se ha documentado de forma extensiva sus comportamientos de violencia contra otros delfines, en donde luchan intensamente, a veces hasta la muerte, cuando quieren defender su jerarquía, territorio o sitio con una hembra.
2. Asesinan a sus crías de forma intencional
Otra costumbre oscura de los delfines es el acto de asesinar a las crías de su propia especie, con el propósito de acelerar el estado de apareamiento en las hembras.
Los especialistas sospechan que este comportamiento responde al impulso de asegurar la transmisión de sus genes.
3. Ejercen la violencia sexual
Es habitual entre los delfines machos el hacer formaciones numerosas que impiden a las hembras escaparse. Esto con el propósito de forzarlas a aparearse.
4. Depredan a otras especies con agresividad
Otra práctica de los delfines es la de ensañarse con especies que no cazan por necesidad ni para su alimentación. Esto suele suceder con las marsopas u otras especies de cetáceos, a quienes pueden llegar a atacar con muchísima agresividad.
5. Consumen peces globo con fines recreativos
Incluso desde la juventud, los delfines pueden tener algunos comportamientos que no esperarías de ellos.
De las más interesantes está el hecho de que se han observado interactuar con peces globos con la intención de obtener pequeñas dosis de su conocida toxina. Esto, aparentemente, les genera un efecto similar al de una droga alucinógena.
6. Muestran conductas necrofílicas
Los delfines también han sido observados mientras sostienen relaciones sexuales con cadáveres de animales, sean o no de su misma especie. Este comportamiento sí que no está influenciado por la necesidad reproductiva.
7. Capacidad de engaño y manipulación
La capacidad de aprender de los delfines también los puede convertir en manipuladores. Se ha registrado en cautiverio que han podido engañar a los entrenadores, guardando basura a propósito para luego recibir recompensas cuando las muestran.
Ya ves que los delfines no son tan bonitos como suelen pintarlos: en realidad, son, simplemente, animales con comportamientos guiados por el instinto y otras razones hasta ahora no tan esclarecidas por los especialistas. Ello, por supuesto, no quiere decir que sean malos ni mucho menos.
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