El gigante asiático aseguró que, desde que comenzó la pandemia, ha compartido información y datos con la comunidad internacional de manera abierta y transparente.
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China pidió hoy a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sea "objetiva" e "imparcial" después de que su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, asegurara que Pekín no está dando cifras completas sobre sus fallecidos por la COVID-19.
"Desde que comenzó la pandemia, China ha compartido información y datos con la comunidad internacional de manera abierta y transparente. Hicimos una importante contribución a la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos en estrecha comunicación con la OMS", afirmó este jueves el portavoz de Exteriores Wang Wenbin en rueda de prensa.
Según el portavoz, "China no solo ha protegido la vida de su propia gente en la mayor medida posible, sino que también ha contribuido a dar una respuesta a la COVID-19 en todo el mundo. Seguiremos manteniendo intercambios técnicos y profundizaremos la cooperación con la OMS y el resto de la comunidad internacional para proteger la salud de todos de manera más efectiva", agregó.
"Esperamos también que la OMS analice la respuesta de China a la covid de manera científica y racional, y que sus declaraciones reflejen objetividad e imparcialidad", zanjó Wang.
El portavoz agregó que, en el último mes, China ha mantenido cinco intercambios técnicos con la OMS en el que se trataron temas como "la situación epidémica, los tratamientos médicos, la identificación de cepas del virus o la vacunación".
"También hemos mantenido reuniones bilaterales con representantes de la Unión Europea para fortalecer la cooperación en la respuesta a la COVID-19. Y según la propia OMS, no se prevé que la situación en China vaya a tener un impacto significativo en la situación epidemiológica en Europa en este momento", dijo.
OLA DE CONTAGIOS
El alcance de la actual ola de contagios que atraviesa el país ha generado dudas sobre si Pekín está compartiendo datos reales sobre el brote tras su decisión de gestionar la epidemia de manera más laxa y la apertura de fronteras el pasado 8 enero.
Pero pese al tsunami de infecciones y a las escenas de alta presión hospitalaria en algunas ciudades chinas tras abandonar la política del 'cero covid', las autoridades han informado de apenas unas decenas de fallecimientos recientes por la enfermedad.
Así, varios países han impuesto restricciones a los viajeros procedentes de China ante el temor a nuevas variantes, lo que ha provocado la ira de Pekín, que defiende que las medidas no tienen en cuenta "ni a la ciencia, ni a los hechos ni a la situación epidémica real".
Pese a que expertos locales han declarado que el pico de infecciones ya ha pasado en grandes ciudades, otros lugares han pedido precaución ante la cercanía del Año Nuevo lunar, período de numerosos desplazamientos.
Según el jefe del grupo de respuesta contra la COVID-19 de la Comisión Nacional de Sanidad china, Liang Wannian, China "ya ha pasado lo peor" de la ola de contagios.
Con respecto al número de decesos por COVID-19, Liang aseveró el miércoles que "lo lógico es contarlos después de la pandemia", basándose en datos como el "exceso de mortalidad", que "se sabrán más tarde".
EFE
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