Stephen Curry firmó una noche mágica en Nueva Orleans, para liderar a los Golden State Warriors hacia la victoria.
Stephen Curry completó una de sus noches mágicas para liderar con 42 puntos a los Golden State Warriors en la contundente victoria en Nueva Orleans por 130-102, sobre unos Pelicans que llegaban invictos.
Las ausencias de Klay Thompson y Jonathan Kuminga obligaban a una gran noche de Curry, y no faltó a su cita con la precisión y la fantasía. Firmó 7 triples de 13 intentos, con 5 rebotes, 5 asistencias y 2 recuperaciones.
Sumó 16 puntos únicamente en el primer cuarto, avanzando que la noche sería completa de su parte, y anotó 12 en un tercer periodo en el que se rompió el partido lanzando a los suyos hasta los veinte de renta por entonces.
Por los Pelicans, destacaron Zion Williamson y CJ McCollum, ambos con 19 puntos; pero fueron muy inconsistentes cuando el equipo requirió más fiabilidad de su parte.
El inicio de partido fue de alternancias en el marcador, en el que los locales se apoyaron mucho en Zion Williamson, el pívot respondió con nueve puntos en nueve minutos. Por Golden State el que dominaba era Curry.
La estrella de los Warriors sumó 16 de los primeros 18 puntos de su equipo. No fue hasta las primeras rotaciones cuando Steve Kerr vio algo de equilibrio ofensivo en pista con Chris Paul y Dario Saric.
Ninguno de los dos conjuntos se marchó en el luminoso, finalizando el primer cuarto con un ajustado 27-29 para los Warriors.
El dominio de los Golden State Warriors
Con Paul y Curry juntos en pista, Golden State supo controlar el partido y se sumó Gary Payton II para aportar desde perímetro y cerca del aro, marchándose hasta siete puntos sólo en este segundo periodo pese a que también falló varios lanzamientos liberados.
Kevon Looney aprovechaba las carencias defensivas de Zion, que era quien asumió la mayor parte del juego de los Pelicans. Su ofensiva pasaba a ser más previsible, alimentando muchos balones a Williamson.
McCollum jugó los doce minutos del segundo cuarto, convirtiéndose en el hombre más fiable para los de Willie Green. Gracias a él, New Orleans no dejó de competir antes del descanso y cerraron la primera parte manteniendo a tiro a su rival con el 57-59.
La dinámica se mantuvo tras regresar de los vestuarios, el control de partido de Golden State era incluso mayor, pero con mucha más influencia en el parqué, y la distancia fue incrementándose favorable a los de Kerr. (Con información de EFE)
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