Lamentablemente, el ala-pívot no pudo evitar la derrota de su equipo, los Golden State Warriors, que pasan por una mala racha en la presente temporada de la NBA.
Draymond Green, controversial ala-pívot de los Golden State Warriors, volvió a jugar ayer, lunes; tras la suspensión indefinida que se le impuso en diciembre por golpear violentamente a un rival en pleno partido.
La presencia de Green, sin embargo, no pudo evitar la derrota de los Golden State Warriors, que están viviendo una de las peores rachas que se les recuerde. Los dirigidos por Steve Kerr cayeron 107-116 ante unos Memphis Grizzlies menguados por las lesiones.
Draymond Green volvió a competir tras una ausencia de 16 partidos, trece de ellos de suspensión ordenada por la NBA y tres para recuperar ritmo competitivo. El ala-pívot, pese al tiempo transcurrido, tuvo una participación aceptable, sumando siete puntos, siete rebotes, cuatro asistencias y un robo de balón.
Como se recuerda, Green fue suspendido indefinidamente por la NBA en diciembre, tras propinarle un violento manotazo en el rostro a Jusuf Nurkic en el partido contra los Phoenix Suns.
Esta dura sanción afectó sobremanera a Green, quien antes de su regreso reveló que consideró retirarse del baloncesto; pero el propio comisionado de la NBA, Adam Silver, lo convenció de seguir jugando.
Mala racha de los Warriors
Con la derrota ante los Memphis Grizzlies, los Golden State Warriors sumaron cuatro caídas en sus últimos cinco partidos; con lo que obtienen un balance de 18-22 en lo que va de la temporada.
Estas magras cifras lo colocan en una posición incómoda en la tabla, con la latente posibilidad de quedarse fuera de los playoffs, si es que no hay un cambio radical en el equipo.
La derrota ante los Grizzlies es especialmente dolorosa, ya que los de Memphis presentaron un equipo remendado y sin estrellas, debido a las lesiones, encabezadas por la de Ja Morant, quien no volverá a jugar en lo que queda de la temporada por un problema en un hombro.
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