Pamela Cabanillas fue detenida en España pero deberá pasar por algunos procesos en dicho país antes de ser extraditada al Perú para responder por, presuntamente, haber estafado a miles de personas con entradas falsas.
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El general Carlos López, jefe de la Interpol, estimó que en un plazo de dos a tres meses la joven Pamela Cabanillas será trasladada al Perú para afrontar los procesos que se le abrieron por haber estafado a miles de personas con entradas falsas a los conciertos de Daddy Yankee y Bad Bunny.
López precisó que, tras la captura de la mujer, deberá pasar unos procedimientos legales en España antes de que se concrete el pedido de extradición aprobado por la justicia peruana.
"El siguiente procedimiento es la audiencia de control de identidad y allí el juez interroga a la capturada indicando si es que ella se va a allanar al proceso de extradición. En caso sea afirmativo la respuesta, se procede a una extradición simplificada. Eso significa que en un plazo de dos a tres meses esta persona ya estaría en nuestro país para ser juzgada", manifestó en declaraciones a RPP.
Según la Interpol, Pamela Cabanillas fue capturada en Madrid luego de una vigilancia realizada por la Policía española y un rastreo tecnológico a través de sus redes sociales.
"Esta captura se dio luego de una estrecha coordinación con la Policía de España e Italia. Hoy a las 13 horas (hora española) en un distrito madrileño se detuvo a la prófuga joven. Ella se encuentra con una orden de captura internacional", sostuvo.
Pamela Cabanillas está siendo investigada por suplantación, usurpación agravada, falsificación de documentos. En España también tiene procesos por el delito de hurto.
El caso de las entradas
Cabanillas Sánchez habría clonado la página de Teleticket para generar entradas virtuales falsas a diferentes conciertos, entre ellos el de Bad Bunny, Daddy Yankee y Coldplay. Según señaló en una entrevista a Panorama, realizada en octubre del año pasado, dichas estafas habrían tenido lugar entre marzo y octubre del 2022 y habrían ascendido a 85 957 soles.
Ella se reunía con sus víctimas, mostraba su documento de identidad y los llevaba hasta su presunto domicilio, ganándose la confianza. Tras realizar la transacción, bloqueaba a los agraviados para evitar reclamos.
A inicios de noviembre la misma Pamela Cabanillas intentó entregarse a las autoridades internacionales; sin embargo, fue liberada por no tener orden de captura.
"No me he arrepentido (de entregarme). No me aceptaron las autoridades europeas, me dijeron que no tengo una orden de captura que solamente es una alerta azul para saber mi ubicación. Me tomaron mis huellas dactilares, me preguntaron dónde vivía y me botaron de la dependencia policial. Pasó lo mismo en el consulado peruano", sostuvo.
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