Incendio en Las Malvinas: ofrecen S/50 000 por dueña de contenedor donde dos jóvenes murieron calcinados

El siniestro en Las Malvinas se controló casi después de una semana y recién en ese momento se pudo hallar los restos de los jóvenes. | Fuente: Andina

Vilma Zeña Santamaría, de 44 años, sentenciada junto a su esposo por trata de personas agravada con fines de explotación laboral y esclavitud, fue incluida en el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior.

El Ministerio del Interior (Mininter) ofreció S/50 000 por información que facilite la ubicación y captura de Vilma Zeña Santamaría, dueña del contenedor donde dos jóvenes fueron encerrados y murieron calcinados en el incendio de la galería Nicolini, ubicada en la zona comercial Las Malvinas, Cercado de Lima, ocurrido en junio de 2017.

La mujer de 44 años fue incluida en el Programa de Recompensas del Mininter, a pedido de la División de Policía Judicial y Requisitorias de la Policía Nacional del Perú (PNP). 

Hace cuatro años, la Cuarta Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima la sentenció a 15 años de pena privativa de la libertad por el delito tipificado como violación de la libertad personal – trata de personas agravada con fines de explotación laboral y esclavitud. A su esposo, Jhony Coico Sirlopú, se le dictó 30 años de cárcel.

El 22 de junio de 2017 se registró un incendio que tardó cinco días en ser apagado en el complejo comercial Las Malvinas, donde fallecieron Jovi Herrera Alania, de 20 años, y Jorge Luis Huamán Villalobos, de 19 años. 

"Nos encerraban todo el día. Solamente nos abrían la puerta para almorzar y a la hora de salida", declaró hace seis años un joven que trabajó con las víctimas.

Fugitiva

El contenedor era de propiedad de Zeña Santamaria, quien se encuentra fugitiva tras ser condenada. Tras el proceso judicial, se dictó una orden de requisitoria en su contra, la cual se mantiene vigente hasta hoy.

El incendio consumió la galería Nicolini cerca del mediodía. Más de 900 bomberos atendieron la emergencia. Los trabajos para apagar las llamas que consumieron los cinco pisos del edificio duraron más de 72 horas. En el primer nivel funcionaban galerías de venta de pintura y otros materiales de ferretería. En los demás niveles había depósitos y talleres.

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