¿Cómo nació el nombre de la ciudad de Lima? La capital del Perú cumplió 489 años de fundación española, conozca en este informe el probable origen de su denominación.
¿Una huaca que daba oráculos? o ¿un señorío indígena que Francisco Pizarro usaría para establecer su gobernación?, ¿dónde reside el origen del nombre de la ciudad de Lima? La razón exacta del epónimo de la capital del Perú se pierde en el tiempo, pero las hipótesis permanecen.
"Ellos eran los Lima"
La historiadora y profesora asociada de la Universidad Pontificia Católica del Perú (PUCP), Teresa Vergara Ormeño, señaló a RPP que la denominación Lima provendría del nombre que tenía la población indígena que habitaba este territorio del Tahuantinsuyo cuando llegaron los españoles.
"El nombre proviene de un grupo de población indígena que residía en esta zona y que se identificaba como Lima, como el cacique era Taulichusco y su gente vivía aquí y como es en las tierras de este cacique donde se va a fundar la ciudad, el nombre está tomado de este grupo", indicó.
Teresa Vergara Ormeño manifestó también que los territorios en tiempos prehispánicos tomaban un nombre de acuerdo con su uso y a su clima. Afirmó que esto se puede encontrar repetidamente en distintos espacios del país donde se encuentran características similares.
"(Los nombres) se refieren no tanto al territorio específicamente como lo podríamos decir hoy en día la ciudad de Lima, sino en realidad qué tipo de clima o producción se podría encontrar en ese territorio. En ese sentido, ellos no llamaban Lima a este territorio, sino el nombre de ellos como población. Como los Caxamarca o los Cusco, ellos eran los Lima. Es por la población de esta zona que la ciudad terminó teniendo el nombre de la población que habitaba estos territorios que fueron cedidos a los españoles para la fundación de la ciudad", explicó.
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Según refiere la historiadora María Rostworowski en el libro Pachacamac y el Señor de los Milagros, una trayectoria milenaria, el pequeño curacazgo de Lima pertenecía junto a otros-ubicados en parte del valle de Lima y Lurín- a una macroetnia llamada Ychsma. Este último señorío indígena ejercía una supremacía sobre un número de pequeños jefes locales, quienes estaban sujetos al centro religioso de Pachacamac.
Vocablo quechua
El lingüista Rodolfo Cerrón Palomino en el artículo Nota etimológica: El topónimo de Lima sostiene, basado en documentación escrita y evidencia lingüística, que la forma originaria del nombre de Lima era Límaq, un vocablo quechua con un sustrato aimara, que provenía de Rímac.
"Ahora bien, pronunciado de esa manera (al menos en relación con su consonante inicial), el topónimo reflejaba el fonetismo propio de la variedad quechua hablada en la costa centro-sureña peruana, en la que la consonante /r/ tendía a ser sustituida por la /l/, como se puede ver en nombres como Malanca, Sulco, Lurin, Latim (hoy Ate), Lunaguaná, etc.", recoge en la citada investigación.
Rodolfo Cerrón Palomino explica que este fenómeno lingüístico es conocido como lambdacismo, que diferenciaba el quechua de la costa con el de la sierra. Posteriormente, afirma el investigar, la consonante final de Límaq fue "suprimida en los labios de los españoles" quedando como Lima.
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¿Qué significa Rímac?
Pero ¿a quién hace referencia Rímac? Rodolfo Cerrón Palomino argumenta que "el que hablaba" era el oráculo preinca llamado Rímac. De esta manera, el lingüista también rechazaba la versión "fantasiosa" y "popular" de afirmar que era el río quien hablaba cuando el agua bajaba caudaloso por su cauce en época de crecida.
"El cronista de la Calancha, quien declara que llamará «Lima y no Rímac a esta ciudad», refiere que preguntó por el nombre de la ciudad al cacique gobernador de la Magdalena y Surco, quien se rió de que se la llame así por el río", cita Rodolfo Cerrón Palomino en el libro Voces del Ande, ensayos sobre onomástica andina.
La huaca Rímac “de los indios de Lima que se decían Ychma” consistía en "una piedra redonda", registraba el extirpador de idolatrías Cristóbal de Albornoz en el siglo XVI.
El Inca Garcilaso de la Vega también aventuró que el valle de Lima recibió su nombre por el citado "ídolo". Afirmaba que Rímac "hablaba y respondía a lo que le preguntaban" e incluso lo comparará con el oráculo de Apolo de Delfos y otros.
"Con esto pasó al valle del Rímac donde estaba el famoso ídolo hablador. Mandó consultarle su jornada, por cumplir lo que su bisabuelo capituló con los yuncas (que los Incas tendrían en veneración aquel ídolo). Y habiendo recibido su respuesta, que fue de muchas ballicherías y grandes lisonjas, pasó adelante visitando los valles que hay hasta Túmpiz", escribió.
Según el libro Adivinación y oráculos en el mundo antiguo de Marco Curatola Petrocchi y Mariusz S. Ziólkowski, en el Tahuantinsuyo existían "famosos centros oraculares, meta de peregrinaciones a nivel panandino" y entre ellos estaba Rímac.
De acuerdo con María Rostworowski el templo de la deidad de los Lima se encontraba cerca a la ciudad en lo que sería el Hospital de Santa Ana. La huaca fue destruida por las autoridades eclesiásticas por ser un adoratorio indígena.
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"Una relación entre Rímac y Lima"
La historiadora Pilar Ortiz de Zevallos, coautora junto a Gilda Cogorno del libro La Lima que encontró Pizarro, coincidió que el nombre de Lima podría provenir de Rímac, "que tenía que ver con el río y con la divinidad".
"El grupo étnico que vivía en el valle era el Ychsma, hablaba la lengua chinchay como decía el lingüista Torero, pero esa lengua desapareció y quizá el río Rímac se pronunciaba de otra manera. Cuando llegan los españoles al valle hacía 80 años que había sido conquistado por los incas, entonces ya se había impuesto el quechua y la lengua chinchay se hablaba entre los Ychsma. Entonces puede haber ahí una relación entre Rímac y Lima, que es el valle donde se fundó la ciudad de Lima", dijo a RPP.
Pilar Ortiz de Zevallos también indica que el territorio actual de Lima no tenía un nombre como tal y la denominación más usada era el nombre del santuario del dios Pachacamac.
"Pero a todo el valle no se le decía Pachacamac. Era el territorio de los Ychsma. Nosotros sabemos de cómo era el mundo prehispánico a través de los cronistas sobre todo y de documentos de la época. Los españoles llegaron con otra mentalidad y les fue difícil al comienzo comprender cómo estaba organizado el mundo andino que era otra organización con otros códigos mentales y otra forma de entender el mundo", dijo.
Extirpado el culto a la huaca Rímac, argumenta Rodolfo Cerrón Palomino, se siguió empleando la forma Limaq para referirse "a todo el antiguo territorio del señorío local, cuyo nombre originario de Ichma sólo queda ya en los documentos".
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