Defensoría del Pueblo rechazó agresiones contra periodista Josefina Townsend por parte de manifestantes

La Defensoría del Pueblo, mediante sus redes sociales, se pronunció rechazando las agresiones de las que fue víctima la periodista Josefina Townsend, por parte un grupo de manifestantes que se movilizaban en apoyo del expresidente Pedro Castillo.

"Rechazamos agresiones físicas y verbales de las que fue víctima la periodista Josefina Townsend. Solicitamos investigar estos hechos, sancionar a responsables, y disponer medidas para garantizar la seguridad de periodistas y el derecho a la información de la ciudadanía", manifestó dicha institución a través de Twitter.

Dichos actos de violencia se suscitaron en el Centro de Lima, en los alrededores del Congreso de la República, por parte de un grupo de sujetos que la rodearon con insultos y gritos y terminaron por agredirla físicamente.

Llamado a la calma

Por otro lado, la Defensoría del Pueblo hizo un llamado a la calma a toda la ciudadanía y, en especial, a los manifestantes que, desde el último miércoles, tras la detención del expresidente Castillo, mantienen acciones de protesta en las calles de diferentes regiones del país.

"Hacemos un llamado a toda la ciudadanía a la tranquilidad y la responsabilidad. Vivimos momentos difíciles para el país. El uso de medios violentos durante las movilizaciones de protesta están prohibidos por ley", subrayó la Defensoría.

Asimismo, invocaron a la Policía a actuar "con el máximo de prudencia", dentro del marco de la legalidad, al momento de "restablecer el orden público".

"Pedimos a la Policía actuar con el máximo de prudencia. Si bien tienen la obligación de restablecer el orden público, deben ceñir sus actos a los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad", destacaron.

La tarde de ayer, al grito de "¡cierre del Congreso!", un millar de manifestantes marcharon por las calles del centro de Lima exigiendo también la liberación del expresidente Pedro Castillo, detenido bajo acusación de rebelión y conspiración por la fiscalía peruana tras un fallido autogolpe.

La protesta se dirigió a la sede del Parlamento, donde fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos y donde se produjo la detención de al menos tres manifestantes, constató la agencia AFP.