Los vecinos de Villa María del Triunfo merecen que se establezcan las responsabilidades para poder vivir sin tener que sentir angustia al pasar junto a un grifo.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player
No es la primera vez que un grave accidente se produce en el marco de las operaciones para transportar y cargar gas en sus lugares de depósito.
Hace cuatro años, en Villa El Salvador, un camión cisterna cargado de gas licuado de petróleo golpeó un desnivel de la pista y produjo una fuga de gas que terminó por destruir vidas y enlutar familias. Los heridos sobrevivientes todavía se quejan de la lentitud de la Justicia y la de los servicios de salud que les corresponden.
Ayer la deflagración tuvo lugar en un grifo ubicado en una zona muy frecuentada de Villa María del Triunfo, el cruce de las avenidas Pachacutec y Lima.
El Organismo supervisor de la inversión en Energía, OSINERGMIN, afirmó que la explosión se produjo mientras se cargaba gas natural comprimido (GNC). Por su parte la empresa distribuidora de gas, Cálidda, señala que el accidente no se ha producido en las infraestructuras de gas natural.
Desde luego todas las entidades concernidas, privadas y públicas, declaran y reiteran su compromiso con la seguridad y sugieren que la negligencia habría sido cometida por otros.
Hay un muerto, más de veinte heridos y familias cuyas viviendas han sido gravemente afectadas. Los vecinos de Villa María del Triunfo merecen que se establezcan las responsabilidades para poder vivir sin tener que sentir angustia al pasar junto a un grifo.
En vez de ellos, las víctimas hubiéramos podido ser cada uno de nosotros. Si las investigaciones no llegan a conclusiones inapelables crecerá el espectro de la impunidad.
Es cierto que un accidente puede pasar en cualquier lugar, pero la negligencia y la falta de supervisión rigurosa no son accidentes. Son desdichadamente formas frecuentes de comportamiento que deben ser sancionadas.
Las cosas como son
Comparte esta noticia
Siguenos en