Alumnos del colegio Juan Pablo Peregrino de Carabayllo alcanzaron 50 cupos en examen de admisión de la UNMSM

Un total de 50 alumnos de quinto de secundaria del colegio Juan Pablo Peregrino, en Carabayllo, ingresaron a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), un logro atribuido a su currícula que, según el docente Paolo Somocurcio, les ha permitido repetir este éxito durante los últimos diez años.

"El Colegio Juan Pablo Peregrino de Carabayllo tiene una formación integral, en realidad, pues, ¿no? Una formación integral. Y tenemos nuestro propio método, al cual nosotros le llamamos el método peregrino", dijo en diálogo con RPP.

Dicha formación, según Somocurcio, no solo es académica, pues en la institución también se ofrece un trabajo integral con tutores, psicólogos, además de velar por la parte emocional.

"Ellos tienen sus horas de educación física bien puestas, tienen una semana de literatura donde ellos componen poesía, obras. Entonces, todo un trabajo completo en realidad", refirió.

Por ello, afirmó que los escolares de este colegio, así como a nivel nacional, deben adecuar sus tiempos no solo al estudio, sino también a la música, el arte y deporte, una formación total que les permitirá desenvolverse de manera exitosa al dar el paso a la educación superior.

"El Estado tendrá que, de alguna manera, en algún momento, quizás, ponerse las pilas, impulsar un poquito más, desarrollar un poco más la parte académica para que los chicos salgan con el nivel adecuado y poder tentar una vacante", aseguró.

Testimonios de los ingresantes

Por su parte, tres de los estudiantes que lograron un cupo en la 'Decana de América' ofrecieron sus testimonios y contaron los sacrificios que debieron hacer para lograr este importante objetivo.

"El proceso ha sido, más que nada, una constante lucha. Me parece que a veces para lograr objetivos debemos sacrificar ciertas cosas en cierta medida y al final eso nos brinda una recompensa bastante satisfactoria", dijo Fabián, quien obtuvo un cupo en la carrera de Odontología.

"Es y ha sido un sacrificio a varias cosas, a salidas con amigos, a cenas familiares y todo eso, básicamente, y seguir estudiando, esforzándose por lo que uno quiere conseguir", mencionó Melanie.

"A veces el camino es difícil, pero la recompensa es hermosa. Y se van a alegrar de ver el resultado, su nombre en verde. Van a celebrar, van a reír y ya van a poder ocupar el tiempo que van a tener hasta abril, porque ahí empiezan las clases, para hacer las cosas que no pudieron hacer, que tuvieron que sacrificar", manifestó Leysi, que estudiará Ingeniería Industrial.