Exactamente 26 años después, Juan Reynoso volverá a enfrentar a Chile en Santiago, donde fue protagonista de una derrota que superó lo fútbolístico.
12 de octubre de 1997. Penúltima fecha de las Eliminatorias para el Mundial Francia 98 y la Selección Peruana visitaba a Chile en el Estadio Nacional de Santiago. El panorama, en general, era que el retorno a la Copa del Mundo después de 16 años estaba cerca: las cifras apuntaban a ello.
Ya estaban clasificados Argentina y Colombia; y Paraguay estaba con un pie en Francia. Prácticamente faltaba definir el último cupo. El seleccionado peruano, dirigido por Juan Carlos Oblitas, se encontraba en el cuarto lugar. En toda esa Eliminatoria fue la única vez que la ‘Blanquirroja’ estuvo en zona de clasificación tras ganarle 2-1 a Uruguay en Lima con goles de Roberto Palacios y Germán Carty.
Perú contaba con 22 puntos. Chile era el quinto en la tabla, con 19 unidades, y llegaba de caer en dos partidos consecutivos ante Uruguay y Argentina. Al equipo de Oblitas un empate en Santiago le ofrecía la oportunidad de llegar a la fecha final en Lima, contra Paraguay, dependiendo de sí mismo para estar en el Mundial.
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Juan Máximo Reynoso Guzmán, de 27 años, era el capitán y una de las figuras del Cruz Azul de México que, aquel 1997, estaba destinado a liderar al elenco que acabaría un par de meses después con la sequía de 17 años sin títulos de la ‘Máquina Cementera’.
Reynoso era un central técnico, con gol.
César Luis Menotti llegó a decir de él que Perú se daba el lujo de tener a un 10 en la zaga central. Surgido en Alianza Lima, había convivido con el juego de picardía de los ‘potrillos’. Reynoso era un zaguero con muchos recursos, pero que ese 12 de octubre en Chile no tendría la mejor de sus presentaciones.
La delegación llegó al país sureño en la noche del viernes 10. Insultos y carteles ofensivos en el aeropuerto fue el prólogo de un ambiente hostil que se extendió por tres días, aunque no solo con los jugadores, sino también hasta con los peruanos que vivían en Chile.
El rival jugaba fuera de la cancha y después nuestros mismos protagonistas reconocerían que no fueron efectivos para prevenir los hechos ante las muestras de intimidación.
Perú se presentaba con tres triunfos consecutivos en las Eliminatorias. Para este partido, Oblitas decidía el retorno al equipo titular Reynoso, que ya había cumplido su fecha de suspensión. Juan Máximo tenía toda la confianza del entrenador, se trataba del defensor con más partidos en el certamen (13), el capitán.
Ambiente irrespirable, que llegó a su pico al momento de los himnos. Más de 70 mil personas en el Estadio Nacional y una estruendosa silbatina que, en efecto provocaron espanto antes del pitazo inicial.
La selección se vio desbordada por el escenario. Superados en conjunto y a nivel individual, especialmente en defensa. A los 13’ ya ganaba Chile con el primero de Marcelo Salas frente a la nula oposición de la zaga.
Hubo una reacción y dos tiros al palo de Flavio Maestri. Un penal contra Salas que no se cobró y gol legítimo para el local que se anuló por posición adelantada que no existió. El 2-0 llegó tras mal despeje del arque Balerio y solo unos minutos después, a los 63’, fue expulsado Juan Jayo.
Marcelo Salas dio la estocada con el 3-0. Error mayúsculo de Reynoso que intentó controlar un centro en el área y chileno hizo gala a su apelativo de ‘Matador’. Nuestro jugador con más luces de la defensa tuvo una sombría jornada. El 4-0 lo sentenció Salas, hat-trick, y hasta se animó a camisetear a Balerio.
El amargo episodio no terminó con el pitazo final, al menos no para Juan Reynoso. Un sujeto estuvo a nada de propinarle un puñete en el rostro antes de dejar el estadio, todo con la permisividad de los carabineros.
Se escapó el Mundial de Francia y Juan Reynoso no jugaría otro proceso eliminatorio. Francisco Maturana lo borró antes el comienzo de los juegos para Corea y Japón.
Santiago marcó al Reynoso jugador, que solo volvió una vez a la capital chilena, cuando dirigió a Melgar en 2016 ante Colo Colo por la Copa Libertadores. Esta vez se presentará otra vez como el entrenador de la Selección Peruana, haciéndole frente a su propia historia y al de la bicolor, que nunca le ha ganado de visita a Chile en las Eliminatorias… o al menos hasta la fecha.
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