Ensayo con lecciones antes de las Eliminatorias: análisis de la caída de Perú en el amistoso frente a Japón

Las derrotas por más de tres goles no han sido habituales recientemente en la Selección Peruana. Hace más de dos años de la última vez y solo en tres ocasiones desde el 2019, siendo Brasil el responsable de dos de esos resultados. Caer ante Japón por supuesto estaba en las posibilidades, pero con una diferencia tan marcada como se dio este martes en Osaka era impensado, y quizá el índice de probabilidad de una goleada en contra se reducía más por las características del estilo del entrenador.

Lo incalculable sucedió. En el último ensayo de Perú antes del comienzo de las Eliminatorias, Juan Reynoso decidió probar: utilizó a los jugadores que contra Corea del Sur no tuvo disponibles, agregó más variantes y modificó el sistema de juego. La respuesta colectiva e individual del plan no resultó, o, en todo caso, la ejecución estuvo lejana a lo que la pizarra indicaba. Superados y goleados por el mundialista Japón e incertidumbres a diez semanas de visitar a Paraguay y recibir a Brasil.

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Doble '9' y cambio de sistema de juego

Reynoso alineó con 1-4-4-2 a Perú. Tercera vez en ocho partidos de su ciclo que inicia con ese sistema. También ya había contado con dos centrodelanteros naturales en ataque cuando enfrentó a El Salvador, no obstante, en esta oportunidad lo llamativo estuvo en el complemento para esa ofensiva. Frente a los centroamericanos y con Marruecos la dupla que eligió contó con el respaldo de dos elementos con características para jugar por bandas. Ahora el entrenador optó por la titularidad de Christian Cueva en la izquierda y Sergio Peña en la derecha.

“Queríamos que jueguen más por dentro”, reconoció después Reynoso sobre su elección. El inicio del compromiso mostró a un equipo sujeto a su plan, que necesitaba convertirse en protagonista con la pelota y que alteraba su distribución en la cancha cuando Lora y López se posicionaban altos, Cartagena retrocedía entre los zagueros y Yotún quedaba como el volante central.

La apuesta tenía el foco en el doble ‘9’ de Guerrero y Lapadula, pero independientemente a esto los laterales no lograron posicionarse con ventaja en sus sectores. A Cueva, Yotún y Peña les costó encontrarse para jugar por bajo en lo que era el escenario ideal para Reynoso, solo durante alguna ráfaga cuando ya se estaba 1-0 abajo y Japón crecía en su propuesta. ¿Variante para buscar por alto a uno de los puntas? Tampoco en la primera etapa.

De las dudas que buscaba quitarse Reynoso, probablemente la de juntar a Lapadula con Guerrero terminó funcionando mejor. Paolo retrocedía intentando ser una opción de pase para descargar, aunque la dinámica del partido llevó a que entre menos en juego que contra Corea del Sur. Por el mismo presente de los dos delanteros, Gianluca fue el que más cercano estuvo al área rival, ofreciéndose constantemente con desmarques.

Dos veces lograron asociarse. Yotún jugó un pase largo para Lapadula cuando este picó a la espalda de los zagueros. Descargó para Guerrero y luego de una pausa el de Racing devolvió cuando Gianluca ya corría al espacio. Su remate pasó cerca. La segunda vez se produjo por una recuperación de Paolo, que habilitó al de Cagliari (anotó) cuando ya estaba ligeramente en posición adelantada. Los centrodelanteros pudieron encontrarse, pero no bajo circunstancias que aguardaba el entrenador.

Mediocampo y el trabajo sin balón

Tras la imagen de la gira europea, Perú cambió de forma considerable su producción ofensiva contra Corea del Sur. Esto llevó a no prestar mucha atención en la recuperación del equipo, que neutralizó al rival a partir de una presión efectiva y sosteniendo un orden sobre el mediocampo. La selección dio un giro respecto a lo visto en esta fase apenas unos días atrás.

Con un mediocampista menos, la presión sobre la salida rival no tuvo la misma dinámica. Cartagena alternaba el rol con Yotún para cargar sobre el poseedor de la pelota, pero el intentarlo dejó el carril central expuesto frente a un efectivo Japón en el circuito de pases. Esto se evidenció porque ni Cueva ni Peña entraron al ritmo que logró imponer el elenco rival.

Desorganizados en ese sentido, fue recurrente ver al elenco bicolor llegar de manera tardía a obstaculizar a los de Moriyasu, quienes, además, en todo momento hallaron líneas de pase para progresar. En este caso, sin la pelota, existió una relación entre el sistema y las características de los jugadores elegidos para neutralizar al oponente. Paolo Guerrero lo explicó con la acción que llevó el 2-0 al marcador: “Juan nos había dicho, si yo aprieto al zaguero, Lapadula tiene que cerrar al ‘6’ y Cueva va con el lateral, pero veo a Christian que se quiere meter por dentro y demora su llegada al lateral”.

Cueva no se mostró con la agresividad que la acción demandaba. Después la estructura se desarmó. Santamaría y Cartagena lejos de sus posiciones, expuestos los centrales y espacios para la transición asiática.

Japón se despidió de Qatar 2022 en octavos de final, pero dejando una gran imagen por vencer a Alemania y España, y llevando a Croacia hasta los penales. El arquitecto de ello fue el técnico Hajime Moriyasu, quien contra Perú plasmó un orden táctico en su escuadra e intentó contener al futbolista que marca el ritmo de su rival. Wataru Endo referenció a Yoshimar Yotún en todo momento, reduciendo sus posibilidades para distribuir e invitándolo a aparecer más en su terreno.

Pero los ‘nipones’ vieron facilitada su tarea de tapar las líneas de pase cuando Yotún tenía la pelota y obligaba a Cartagena a intentar desmarques, un volante más destructor. Otra vez el ritmo de Peña y Cueva condicionaron el poder romper con el plan de defensa del local. Solo fue posible durante un tramo del partido, cuando Peña se acostó por la izquierda para tocar en corto. Con las modificaciones, se intentó ello con la presencia de Edison Flores en la derecha y Christofer Gonzales directamente en el centro.

Otro sistema: ¿qué cambió?

Contra Alemania Juan Reynoso no titubeó al modificar el sistema de juego con el que encaró de inicio dicho partido. En Osaka aguardó llegar a vestuarios para realizar tres variantes, las que derivaron en retornar al 1-4-2-3-1. Otra presencia directa en las bandas con Edison Flores y Bryan Reyna, este último que en sus primeros minutos buscó darle otra velocidad al juego de la visita.

El ajuste en el sistema, aunque por tramos posicionó distinto a Perú, no mostró un panorama diferente. La falta de claridad con balón se sostuvo. Aunque se ocupó distinto el campo, la progresión fue intermitente. Sin la posesión costó tapar la zona de gestación de Japón, bloquear sus conexiones por bajo, anticipar para no correr a su velocidad. El desenvolvimiento siguió en la misma línea.

Los goles finales agregaron directamente acciones individuales en las que se pudo decidir distinto, incluso con notorias oportunidades para resolver de otra forma. Lo que varió fue el acercarse al área de Nakamura, teniendo a un Christofer Gonzales midiendo tiempos para intervenir en la frontal. El descuento se produjo con él llegando tras una disputa de Lapadula por alto, de las pocas veces que Perú recurrió a ello.

Sigue las Eliminatorias

En Osaka se cerró el periodo de amistosos y en setiembre vendrán los cotejos oficiales por las Eliminatorias. Tres derrotas, un empate y cuatro victorias en ocho partidos. Un saldo negativo considerando solo el 2023, cuando la valla de la exigencia también creció.

Juan Reynoso utilizó una línea de tres que no se sostuvo más de treinta minutos, un 4-4-2 con volantes sin recorrido por banda que duró un tiempo contra Japón. Si de sistemas se trata, la primera conclusión es que la actual Selección Peruana sigue adaptada a una distribución con 1-4-2-3-1 que enfrentó mejor los contextos adversos.

Paolo Guerrero, lejos del mejor momento de su carrera, todavía le es muy útil al equipo. Tres ausentes en los partidos de junio (Tapia, Carrillo y Advíncula) no vieron peligrar su titularidad cuando estén disponibles. Bryan Reyna es una realidad que deberá seguir creciendo en este nivel, pero asoma un paso adelante respecto a los pueden actuar en el sector izquierdo. Marcos López jugó tres de los cuatro amistosos de este año, pero su rendimiento individual le abre la puerta a que Miguel Trauco sea la primera opción en esa banda. Y Christian Cueva no es el del camino a Qatar 2022.

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