La Selección Peruana afrontó el partido más exigente en el ciclo de Jorge Fossati, en el que encontró respuestas en defensa, pero evidenció dificultades para generar ocasiones de gol.
Nos hemos acostumbrado a escuchar en los futbolistas peruanos que ‘chocolate’ es la descripción del juego pícaro, tener el balón, progresar a partir de asociarse con pases, toques de primera, paredes, una gambeta, pisar o esconder la pelota al rival. Eso es el ‘chocolate’, un estilo que ha caracterizado a la Selección Peruana, pero que en el último tiempo no se ha visto en acción… como sucedió anoche con Paraguay.
Tercer partido de la era Jorge Fossati y ahora frente a un rival de exigencia distinta que, si bien se encuentra al igual que Perú en el desarrollo de un nuevo ciclo, cuenta con una importante diferencia del valor individual de sus jugadores. Antes el oponente más difícil que se enfrentará antes de la Copa América 2024, se obtuvo una respuesta positiva en defensa, pero con muchas carencias en ataque: no hubo remates directo al arco contrario.
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El juego de Perú con el balón
Fossati sostuvo el 1-3-5-2, marcando el debut bajo su mando de Carlos Zambrano y Renato Tapia. Como ante Nicaragua, Miguel Araujo y Alexander Callens fueron los stoppers, mientras que Zambrano el líbero de la zaga. Andy Polo se plantó en el carril derecho y Marcos López en la izquierda, como sucedió en el último juego con República Dominicana.
Tapia en el eje de la volante, con Wilder Cartagena a su derecha y a la izquierda Piero Quispe. Fossati se decantó por acompañar al jugador del Celta con cada uno de los medios que mejor rindió en los anteriores amistosos.
Gianluca Lapadula ya era el futbolista con más minutos en la ‘bicolor’ desde la llegada del uruguayo y volvió a iniciar las acciones. Esta vez conformó dupla de ataque con José Rivera.
En la primera etapa se evidenció a un cuadro al que le costó conectarse, algo que Fossati explicó por la “ansiedad” de buscar a los delanteros con servicios largos. El balón pasó poco por los mediocampistas, pero cuando sí llegó a este sector, no se encontraron soluciones. Tapia ofreció una salida prolija sin tomar muchos riesgos para conducir, Cartagena en lo suyo, bastante dinámica, aunque sin pase profundo o desmarques para romper.
Esto llevó a poner atención sobre Piero Quispe, quien más buscó el balón. En esta actualidad de la selección, el de Pumas se encuentra con un contexto en el que debe ser protagonista antes que un acompañamiento. Sus asomos fueron lo más cercano a observar una conexión, el cambio de ritmo permitió aproximarse más al área rival, pero la baja respuesta colectiva también lo terminó limitando a intentos más que acciones concretas. Eso sí, el atrevimiento de Piero Quispe apunta a darle un casi seguro lugar en el once de la Copa América.
Zambrano y la solidez en defensa
Carlos Zambrano debutó con Jorge Fossati y dejó claro que enfocado es un zaguero muy confiable para la selección. Realizó la mayor cantidad de acciones defensivas, contando con 5 despejes e involucrado en un alto número de duelos (14) para un partido bastante cortado.
Paraguay, que con Daniel Garnero pretende tener un juego explosivo por bandas y golpear mucho por dentro, no tuvo esa comodidad para rematar a la portería y ello se explica por el tridente de la zaga más el complemento de Tapia. La primera fortaleza que se destaca en el elenco de Fossati está en el nivel atrás, agregando que Araujo y Callens suman ya dos compromisos como titulares, algo que posiblemente se sostenga para el torneo en Estados Unidos.
Carlos Zambrano, sin embargo, brindó más que solo el ejercicio de defender en su zona. Anticipó o no dejó girar a Arce y luego a Bareiro, los ‘9’ de la albirroja. El ‘Kaiser’ también se mostró con seguridad para jugar el balón desde su sector y en el complemento detectó los espacios ofrecidos por el rival para trasladar entrelíneas y comenzar las acciones de peligro.
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El peso del ataque
Fossati declaró que vio una corrección de Perú en el segundo tiempo cuando evitó ser solo un cuadro de transiciones, para intentar conectarse más a partir de aproximar jugadores entorno al balón. Esto permitió despejar zonas en las que se pudo profundizar, algo que favoreció -por ejemplo- a la velocidad de Andy Polo.
Para el DT, Polo está afirmado en el sector derecho y no debería descartarse la alternativa de Luis Advíncula en la izquierda, que tuvo muchas intenciones en los minutos que ingresó. La trascendencia de los hombres de banda, eso sí, no fue la de los anteriores juegos, como tampoco la de los delanteros, a quienes el ímpetu no le fue suficiente para crearse grandes situaciones de gol.
Fossati no es responsable de las presentaciones de la Selección Peruana en el último año, pero sí se cae en una preocupación al comprender que al equipo le cuesta crear opciones concretas para convertir cuando la dificultad al frente es mayor. Ante Paraguay se halló una razón a la idea del técnico de querer recuperar a Christian Cueva, todavía más para un periodo en el que el otro gran ausente es Yoshimar Yotún, posiblemente los últimos intérpretes de aquello que hemos conocido como ‘chocolate’ en la ‘Bicolor’.
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