El brasilero Casemiro fue parte del mejor tridente de volantes en la historia de la Champions League. Dejó Real Madrid por Manchester United.
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"Y ahora qué hice", se preguntó Casemiro una tarde de abril de 2013 cuando José Mourinho, en ese entonces director técnico del Real Madrid, lo llamó a su despacho. Creía que había cometido una falta o algo por el estilo en los entrenamientos. No había preocupación, pero sí algo de nerviosismo por lo que le iba a decir el entrenador portugués.
Casemiro jugaba en el Castilla, pero también entrenaba con el primer equipo del Real Madrid a pedido del entrenador luso. Tímido fuera de las canchas en ese entonces con solo 20 años de edad, pero aguerrido en el campo de juego, fue a la oficina del popular 'Special One'. 'Mou', con lo que le dijo, le cambió el semblante por completo.
"Tú vas a jugar antes el Betis' me dijo. Recuerdo que me comentó "te conozco y sé que vienes con más de 100 partidos en el Sao Paulo. Eres muy bueno. Tú tranquilo. Primer balón, sal a muerte que al Bernabéu le gusta eso, que juegues con el corazón'. Salí de la habitación y creí que era el mejor mediocentro defensivo del mundo", le dijo al futbolista a la Revista Líbero en ese entonces. Así, el debut de Casemiro en el Madrid llegó el 20 de ese mes nada más y nada menos que como titular. Allí, empezaría la historia de Casemiro como jugador merengue, una que se iba a alargar por poco mas de nueve años.
Casemiro y un partido en el que derrochó calidad
Una temporada más tarde, en la 2013-14, llegó la noche en la que el mundo vio que, en el mediocampo, se dejaba todo, que lo suyo era la recuperación del balón, mantener la pelota y buscar el arco rival.
Por la vuelta de cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund, y tras el 3-0 a favor de la ida, el Madrid fue al Signal Iduna Park de Alemania con la idea de cerrar una eliminatoria que estaba, en el papel, prácticamente sentenciada.
Sin embargo, los jugadores del equipo de Carlo Ancelotti -quien reemplazó a Mourinho- ajustaban y no paraban de ver el reloj del marcador ya que caían 2-0 y el Dortmund, con Robert Lewandowski, Marco Reus y Pierre-Emerick Aubameyang, se les venía encima. Es así 'Carletto' vio al banco a los 73' y vio a un joven Casemiro con fuego en los ojos. Con más que ganas de ingresar. Lo llamó, le dijo 'prepárate que vas a entrar' y el brasilero se comió, literalmente, el centro del campo en los minutos que restaban del cotejo.
Ingresó a friccionar y, sobre todo, a dar esa pequeña pausa en la volante para tener más la pelota y que los minutos pasen. Los segundos transcurrieron, el Dortmund intentó quitarle la pelota de los pies, pero 'Case', como si fuese un experimentado 'galáctico', dio cátedra convirtiéndose con tan solo poco más de 15 minutos en uno de los mejores de la vuelta. El desenlace, para los merengues, sería con la ansiada Décima, un título que se hizo esperar 12 largos años.
El año en el Casemiro ganó confianza absoluta
Luego de Brasil 2014, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, levantó el teléfono e hizo una de las llamadas más importantes de los últimos años: gestionó el fichaje de Toni Kroos, quien jugaba en Bayern Munich y que venía de brillar en la Copa del Mundo, con doblete incluido en la humillación 7-1 de Alemania contra la 'Canarinha'. ¿Su precio? 25 millones, un valor ínfimo dado lo que le ha dado el mediocampista teutón al club.
Al mejor 'presi' en la historia del club, y por qué no decirlo el mejor a nivel mundial, en ocasiones es imposible decirle que no y así 'Antonio', como lo conocen en el vestuario, le dio la respuesta que esperaba. Su arribo potenció la volante del primer equipo, pero el fichaje mermó los intereses de Casemiro en ganar minutos. Este veía al lado y, además del recién llegado, tenía a Sami Khedira, James Rodríguez, Luka Modric, Asier Illarramendi y un Isco que cada vez más era del gusto de Ancelotti. La decisión no fue complicada y luego de reflexionar con la almohada algunas noches, aceptó la propuesta del Porto para salir cedido una temporada.
Un nuevo reto le llegó y en Portugal deslumbró con luz propia; arrasó a rival que tuviese al frente, aplicó su férrea marca característica y fue uno de los mejores de la liga lusa con 28 partidos y tres goles.
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El mejor tridente que Real Madrid pudo tener en su historia
Tríos hay conocidos en todo aspecto. En la música, por ejemplo, tenemos a The Police con Sting, Andy Summers y Stewart Copeland, y en el fútbol hay varios que destacaron: Xavi-Iniesta-Busquets, el Puskas-Di Stéfano-Gento o Messi-Neymar-Suárez. Aunque, lo que alcanzó el Real Madrid al medio, a partir de 2015, fue oro puro.
Con Rafael Benítez como nuevo tecnico, la linea principal de volantes la formó Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric. Isco, a veces, era el que se metía en el tridente, pero con Zinedine Zidane -quien pasó del Castilla al primer equipo por 'Rafa'- todo fue color de rosa para 'Case'.
Casemiro es ese volante que va siempre con la pierna fuerte y con el cuchillo entre los dientes, uno que traba al límite y que por lo mismo se ganó la crítica de la prensa española. Aún así, mientras más 'chocaba' a rivales, su moral se mutiplica y ya no solo era el quita-balones por excelencia, sino un distribuidor del juego que hasta con pases largos sorprendía a las defensas contrincantes.
A su lado derecho, el internacional con la Selección de Brasil tuvo a Modric, un 'Pony' (como lo apodaron en España) que galopaba al estilo de un caballo de raza pura. Amagues, golazos desde larga distancia y una visión amplia lo convirtieron en uno de sus grandes socios.
En tanto, por izquierda estaba Kroos, un reloj a la hora de controlar los tiempos para atacar como para mantener la posesión a la espera de un hueco. Con una precisión milimétrica que lo hace ver hasta pausado en las canchas, pero rápido en la resolución de jugadas individuales, fue el complemento perfecto para que el Madrid cosechará el éxito que no tardó en llegar.
La 'CMK' con Casemiro, Modric y Kroos: final que jugaba, final que ganaba
Fueron cuatro finales de la Champions League las que el 'Triángulo de las Bermudas' del Real Madrid tuvo a su tridente al medio y en la misma cantidad salió como vencedor. El alias que le puso la prensa española cayó como anillo al dedo ya que, literalmente, desaparecían las marcas que se le presentaban con triangulaciones perfectas, un trinomio que funcionó en momentos clave.
Lo mismo en las Supercopas de España, Europa y Mundial de Clubes que disputaron. Tuvieron a Barcelona, Athletic Club, Gremio y otros al frente. Todos sucumbieron al juego de la 'CMK'.
Pero como toda historia de triunfos en el mundo del fútbol goza de páginas memorables, el final inevitable en esta ocasión fue doloroso para los hinchas del Madrid, sobre todo por lo sorpresiva de su marcha. "He ganado muchos títulos y creo que el más grande fue cuando salía todos los días a entrenar (...) Quiero dejar muy claro que no es un adiós, seguro que un día volveré para demostrar más, ayudar al club y todo lo que he aprendido me va a fortalecer para seguir mi trayectoria en un gran equipo como el Manchester United", dijo 'Case' en su despedida rumbo a Old Trafford, recinto que lo espera para el debut como 'red devil' este sábado ante Southampton y en donde jugará nuevamente con Cristiano Ronaldo y Raphael Varane.
Casemiro llegó siendo un joven con la genuina ilusión de jugar en el primer equipo blanco y se va convertido en leyenda (18 títulos), en parte del mejor tridente de la historia de la Champions League. Los trofeos que se lucen en el museo del club, gracias a su juego, son prueba de ello. Llegó buscándose un espacio y se marchó como un 'CaseMITO'.
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