Universitario vuelve a una final después de tres años con el gran diferencial del momento de forma con el que se presenta ahora, sumando cualidades y rendimientos como el de Piero Quispe para intentar imponerse a Alianza Lima.
Universitario de Deportes vuelve a una final por el título nacional después de tres años, con el gran diferencial del momento de forma con el que se presenta a la lucha por el título, en el que resaltan diversas fortalezas tras su conquista del Clausura.
En 2020 la ‘U’ fue finalista tras un gran Apertura, con un equipo que fue de más a menos hacia el cierre del año. En esta oportunidad, el camino ha estado marcado por altibajos, pero los de Jorge Fossati fueron los más sólidos en el último tramo para llevarse el Clausura y colocarse frente a Alianza Lima en unos partidos que apuntan a ser de los más importantes en la historia de los clásicos.
La pelota parada, el sector derecho representado con Andy Polo, el dominio de Rodrigo Ureña en el mediocampo, sus números en defensa y el valor de Piero Quispe. Analizamos las fortalezas con las que Universitario se presenta al Clásico en el Monumental.
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El balón detenido de Fossati
Una de las armas más reconocibles de este actual Universitario para llegar al gol está en la pelota parada. El valor que le ha dado Fossati a este recurso es en las variantes que despliega, evitando caer en una sola vía y zafar de lo previsible.
En principio, la ‘U’ ha alternado las ejecuciones cobrando de forma directa los tiros de esquina o tiros libres, pasando también por la opción de jugar corto con la intención de mover a la defensa rival antes del servicio. Los que cobran el balón parado varían según la posición en la que se realice, no obstante, un punto que apareció de forma seguida es que el esférico llegue hacia Rodrigo Ureña, de los que tiene mejor servicio para los centros con pelota en movimiento.
Cuando Universitario ya tiene decidido los centros al área, estos han ido dirigidos a cuatro posibles destinatarios: alguno de los tres centrales o a Álex Valera. La elección es rotativa, pero un patrón por el que se decanta el comando técnico es debido a que se trata de los futbolistas con mayor capacidad para luchar por esas pelotas.
Si no se puede resolver en primera instancia, la ‘U’ activa pelear los segundos balones, lo que se ha visto en parte de sus últimas anotaciones como los de Edison Flores a Sport Huancayo, el de Williams Riveros a UTC o Luis Urruti ante Sport Boys y Atlético Grau.
Andy Polo y el sector derecho
El sistema 1-3-5-2 desarrollado por Jorge Fossati busca la trascendencia en las bandas. Mientras alternó en la izquierda con Nelson Cabanillas, más técnico y de mejor pase, y José Bolívar, de mayores cualidades físicas para el recorrido, en el sector derecho Andy Polo es indiscutible.
El canterano crema, constantemente llevado a la Selección Peruana, no solo le brinda velocidad e ida y vuelta frecuente en esa zona del campo. Andy Polo, con más espacio para recorrer, explota sus destrezas y aprovechó ello para resolver de forma más efectiva. El ‘24’ es el máximo asistidor en Ate (10) y el segundo de todo el campeonato.
Polo ha resuelto sus llegadas al área con centros y/o pases que van especialmente dirigidos al jugador que consigue desmarcarse para rematar, lo que elevó por mucho sus registros de pase gol.
Siendo los cremas un conjunto de transiciones, es Polo el responsable de influir en el traslado del equipo de su campo al contrario. Aquí es donde la ‘U’ ha conseguido imponerse físicamente por el complemento que le brinda Martín Pérez Guedes, otro todoterreno con el que, además, ha logrado asociarse para progresar en esa zona.
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Rodrigo Ureña, el eje de la ‘U’
El mediocampista chileno ha sostenido un nivel para considerarlo el mejor refuerzo crema de la temporada. Quitar y hacer jugar. Agresivo para saltar a la marca, de pases seguros para la circulación cuando la ‘U’ busca dominio territorial, algo que se evidencia también en los servicios de larga distancia.
Rodrigo Ureña es el primer pase de Universitario, quien ha gravitado más en la propuesta merengue cuando no ha tenido oposición directa. De los partidos en los que tuvo más dificultades, fue ante Sporting Cristal en el Nacional en este Clausura, cuando Tiago Nunes ubicó a Leandro Sosa como enganche sobre él para evitar que el chileno sea el organizador del juego.
Rodrigo Ureña ha resuelto dificultades con un pase cuando los cremas enfrentan a elencos con bloque bajo o muchos rivales detrás de la línea de balón. ¿Se animará Larriera a neutralizar al chileno?
Defensa con números de respaldo
Universitario y Alianza Lima coinciden en dos aspectos: en el Clausura jugando en casa, solo les anotaron una vez. Los de Ate fueron los mejores locales de ese torneo, con buenos registros en la portería rival, pero también muy solventes atrás.
En el Monumental, el único gol que recibió fue de Deportivo Garcilaso, un partido en el que Williams Riveros tuvo delante de sí a Kevin Quevedo, un delantero más veloz que sacó provecho del espacio ante una línea de centrales que intenta apretar sobre el mediocampo como parte de un cuadro que trata de hacerse corto.
Si bien la ‘U’ tuvo complicaciones cuando emparejaron a sus tres zagueros con la misma cantidad de rivales, sus registros se entienden también en la capacidad para recomponerse que mostraron, el apoyo de Ureña y Pérez Guedes para la cobertura y la respuesta de José Carvallo, que promedia 2.6 atajadas por partido, rendimiento fundamental para tener un total de 16 vallas invictas en el curso.
Aldo Corzo, Williams Riveros y Matías Di Benedetto son garantía en el juego aéreo, pero la incógnita pasa por a qué altura los posicionará Fossati en la final, teniendo en cuenta la velocidad de los extremos de Alianza y la influencia de Barcos, capaz de sostener de espaldas para la progresión victoriana.
Piero Quispe, imprescindible para Universitario
Cuando más se le exigió que se involucre en las acciones de ataque de Universitario, Piero Quispe no huyó a ese reto. Frecuente despliegue de personalidad para pedir la pelota e intentar resolver. Inicia como interior izquierdo, aunque cuenta con libertad para aparecer en diversos sectores del campo. La gambeta, el cambio de ritmo y atrevimiento son los principales recursos de su talento.
Entre los futbolistas Sub 23 de la Liga 1, nadie brindó más pases clave (52) que Quispe, ninguno se impuso en más duelos (157). Es también el segundo con más gambetas completadas (48), pero la trascendencia del ‘36’ se observa, además, en su trabajo de recuperación de esférico, contribuyendo en el certamen con un total de 58 entradas.
Impone las habilidades con el balón que despiertan su inventiva, ideas que surgen por tratarse de un futbolista con contacto íntimo con el balón. Maniatados en muchos momentos, incluso con marcadores adversos, en la ‘U’ es Piero quien hace suya la responsabilidad de salir de ese control rival, lo que te ofrece constantemente una carta distinta con la que se puede contar.
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