Universitario registró su primera derrota en toda la temporada en Brasil, donde no pudo sostenerse en su principal fortaleza y mostró rendimientos inviduales por debajo del promedio.
Ocho meses y 25 partidos transcurrieron para que Universitario de Deportes sea derrotado otra vez. Primera caída de Fabián Bustos al mando de los cremas, una larga racha para resaltar en el conjunto crema, pero que tampoco dejaba de lado que se hacía más recurrente una dependencia sobre aquel cerrojo defensivo que en Río de Janeiro se encontró a un rival que iba a otra velocidad, lo suficiente para desbaratar toda la estructura y consumar un resultado que no estuvo lejos a ver una diferencia mayor.
La ‘U’ repitió la base que jugó en Barranquilla. 1-3-5-2 con los tres zagueros habituales, Andy Polo y Segundo Portocarrero en los costados, Jorge Murrugarra en el eje, Martín Pérez Guedes y Rodrigo Ureña como internos, sosteniendo en ataque Edison Flores y Alex Valera, sustituto del lesionado Rivera.
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Ureña y Murrugarra, mediocampo superado
Tal como sucedió en Colombia, Bustos utilizó a Rodrigo Ureña a la izquierda de Jorge Murrugarra. El mediocampo de Universitario no estuvo fortalecido en roles defensivos o de neutralización a pesar de contar con dos futbolistas que por características ofrecen respuestas para esas necesidades.
Sucedió con Junior y se repitió frente a Botafogo. El ‘Fogao’ encontró el camino para hallarse ante la zaga crema, filtrándose continuamente a las espaldas del tridente de la volante, un aspecto que se entendería por la poca continuidad de estos elementos en conjunto.
Murrugarra se vio superado para conducir a Universitario sobre si bascular o saltar a la presión, mientras que Ureña quedó muy alejado de las zonas puntuales donde se decidió el cotejo. El chileno se vio inclinado hacia el sector izquierdo, obligado a respaldar a un Portocarrero errático y que enfrentó a Luiz Henrique, el desequilibrante de la contienda.
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Detrás del balón
La ‘U’ se posicionó claramente detrás de la línea de balón, sin saltar a la presión en la salida rival para evitar romper su estructura. Aunque se cumplió el primer aspecto, Botafogo superó los escollos con las diagonales y velocidad, centralizando sus recorridos frente a la desorganización de los interiores de Universitario.
Esto llevó a que la zaga constantemente intente anticipaciones, lo que muchas veces dejó fuera de zona a Corzo, Saravia y Williams Riveros. Siempre a un paso por delante, le era difícil a los centrales recomponerse. En Barranquilla alcanzó incomodando a los atacantes contrarios y con las intervenciones de Britos, pero desde el primer gol concedido, la ‘U’ no mostró confianza para salir jugando y muy errático en esa continua búsqueda de asegurar el pase.
Individualidades debajo del promedio
El desorden colectivo llevó a las desatenciones individuales, maximizadas anoche en el Nilton Santos. Los resultados compensaban el rendimiento en el juego de la ‘U’, principalmente en ataque, pero en Brasil casi ni se exigió a la portería rival.
Ya con una diferencia marcada, Jairo Concha fue determinante en el tiempo que estuvo, brindando dos pases claves, uno de ellos que derivó en el gol de Christopher Olivares. Más no consiguió dotar de mayor elaboración a Universitario. El exceso de Portocarrero por las acciones personales lo volvieron predecible y el sector más influyente del equipo, con Polo y Pérez Guedes, no consiguió asociarse.
No obstante, la diferencia a anteriores presentaciones se vio marcada en las acciones de contención. Rodrigo Ureña y los tres zagueros no concretaron ni la mitad de acciones defensivas exhibidas en Barranquilla; el que más disparos bloqueó fue Williams Riveros (2), pero con una cifra lejana al promedio de sus partidos previos en la Copa. La ‘U’ apenas ganó 38 de 82 duelos contra Botafogo, distante a lo que mostró individualmente con LDU y Junior.
Universitario cae por primera vez y llega a la mitad de la fase de grupos con 4 de 9 puntos posibles y en el tercer lugar de su serie, tras realizar ya dos visitas y apenas detrás del segundo puesto por un gol. Independientemente a la derrota, las posibilidades en Copa Libertadores están intactas y con dos próximos compromisos en el Monumental, en el que se aguarda una propuesta distinta en el juego tras la lección de Río.
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