Perú, lejos de un plan: análisis de la caída frente a Argentina en la Copa América 2024

Los números, otra vez, le daban alguna oportunidad a la Selección Peruana de seguir con vida, esa permanente convivencia con las cuentas que nos lleva a realizar cálculos y aguardar por milagros que permitan -de pronto- dejar atrás nuestra realidad futbolística.

En sencillo, Perú tenía que ganarle a Argentina y esperar que Canadá empate con Chile. El triunfo norteamericano terminaba con toda opción, y si ‘La Roja’ conseguía un triunfo, no debía superar nuestra diferencia de goles.

La tarea más complicada para Perú era que en el Hard Rock debía superar sus propios límites. Jorge Fossati optó, desde lo nominal, por tener más peso de ataque. Cambió al sistema 1-3-4-3, en el que prescindió de un volante para sumar un delantero más, particularmente ante un rival acostumbrado a dominar el mediocampo.

Bryan Reyna y Edison Flores los seleccionados para acompañar a Paolo Guerrero, un ‘9’ de presente con menor movilidad respecto a Gianluca Lapadula por el propio paso del tiempo y que en los partidos anteriores si mostró que puede contribuir en el campo, es a partir de que el equipo le permita un contexto donde el balón llegue a él cerca del área rival. Pero nada de ello ocurrió.

La selección se mostró sin brújula, como si salió a jugar sin conocer su plan. Al frente estaba un oponente de jerarquía y que más allá de optar por su ‘fuerza B’ mostró voracidad, pero no se mostró una rebeldía al escenario.

Perú no discute la posesión de balón con Fossati, aunque tampoco fue el elenco reactivo o de juego directo, y cuando intentó serlo, era para ser profundos con Paolo Guerrero atacando al espacio en inferioridad numérica y física.

Los pasajes de juego con Chile o Canadá, de dinámica para recuperar el esférico o algunos atrevimientos individuales por los costados jamás aparecieron. Asomos que no trascendieron por la propia capacidad personal y la sintonía del equipo. Habiéndose llegado a la situación límite y frente al cuadro más sólido del grupo, Perú no encontró como hacer frente.

Forzando el balance positivo de la Copa América seguro se caerá en cuenta que se defendió mejor de lo que se atacó, no obstante, contra la albiceleste el marcador se sostuvo en Pedro Gallese y cortando muy cerca de su área. La movilidad de balón de Argentina, liderada por la comodidad que encontró Ángel Di María, desbarató toda estructura.

El pase de primera del ‘Fideo’ desorganizó a un Perú que sin Cartagena en el segundo tiempo no tuvo respaldo firme para los zagueros centrales. Errores en la toma de decisiones para achicar, intentos de anticipos errados, retrocesos lentos y superados en los duelos. Argentina no tuvo dificultades para traer abajo al sector que ofrecía mayores certezas.

Un tiro de larga distancia de Marcos López y el remate de cabeza a la carrera de Zanelatto aparecen en los registros como las ocasiones donde se exigió a ‘Dibu’ Martínez, pero ocasiones muy lejanas al trámite del partido.

Perú, que por primera vez en la historia de la Copa América no anotó, se va de la misma acrecentando las dudas con las que llegó al torneo, sumando nombres para la propuesta de Fossati, aunque insuficientes cuando la exigencia es mayor, como el que se tendrá desde setiembre en las Eliminatorias.