La cantante continúa con su carrera musical y recordó cómo fue que dejó Euforia. También se refirió a la enemistad con Ana Kohler.
Uno de los grupos más famosos de la tecnocumbia fue Euforia. A pesar de que se fundó en los 90, su música sigue vigente. La voz de Ruth Karina en temas como Sangre caliente, Ven a bailar y más, hizo que la popularidad creciera y se escuchara hasta el extranjero.
Sin embargo, en su apogeo, la vocalista decidió dar un paso al costado. De acuerdo con sus declaraciones, la disquera con la que trabajan le propuso hacer una carrera como solista, algo que ya tenía pensado.
"Esa salida se apresuró porque la situación con mis compañeros se volvió insostenible. Cuando llegamos a Lima, no siempre los canales invitan a todo el grupo, querían a la delantera nomás. Entonces empezaron a sentir celos y envidia profesional. El ambiente se tornó muy tenso. El manager se fue y al mes yo me fui. Realmente no quería irme del grupo, pero ya demasiado me hacían la vida imposible”, comentó Ruth Karina para Trome.
A pesar de que no se arrepiente de haber dejado Euforia, le dio pena cómo se dieron las cosas con sus compañeros de grupo.
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La enemistad de Ruth Karina y Ana Kohler
Luego de que Ruth Karina dejara Euforia para seguir cantando como solista, llegó Ana Kohler al grupo. A pesar de que no son amigas, la artista de Pucallpa contó que su “pelea” empezó en una entrevista que tuvieron con Magaly Medina:
"Nosotras nunca fuimos amigas. Cuando Magaly la presenta diciéndole ‘Ahora tú eres el reemplazo de Ruth Karina’ y ella dice ‘Yo no soy reemplazo de nadie. Yo soy Ana Kohler, soy una marca’, pero queramos o no... ese papel se cumplió. Fue mi reemplazo porque yo salí del grupo. Siempre he tratado de evitar dimes y diretes. Pero ella regresó a Perú y empezó a hablar, yo creo que es estrategia de ella para hacerme pisar el palito y buscar publicidad”, agregó.
Ruth Karina superó la bulimia y depresión
La cantante tuvo una etapa en su vida donde cayó en depresión debido a que no podía pasar mucho tiempo con su hijo ya que, como artista, tenía que viajar a todos lados. "Miraba la cámara y sonreía, pero si ven mi mirada, era una mirada muy triste. Sentía pena por dejar a mi hijo solo y no hacer lo que todas las mamás hacían. Con ayuda de Dios ya no soy la persona que por un lado llora y por el otro ríe".
Además, reveló cómo un señor le ayudó a superar la bulimia: "Comía y comía y luego vomitaba. Eso fregaba mis cuerdas vocales. También tomaba pastillas para no tener hambre. Era un locón. Ahora obviamente me cuido, subo de peso y bajo como todos, pero ya no estoy obsesionada como antes. Tu cuerpo es un templo y debes cuidarlo. Una vez un señor me dijo ‘Deja de vivir obsesionada con esto, gordita o flaquita tú eres Ruth Karina y la gente te ama por eso’".
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