Los salones de belleza están transformando su estructura de precios y servicios para adaptarse a los tiempos modernos y evitar el agotamiento de los estilistas, generando opiniones divididas entre los clientes.
Los estilistas en Estados Unidos se están dando un aumento salarial, algo que, según argumentan, debería haber hecho hace mucho tiempo. Algunos están adoptando una tarifa de precios por hora, cobrando al menos $ 100 la hora por servicios como corte, color, decoloración y balayage. Otros están facturando más por los servicios básicos y redefiniendo beneficios como complementos costosos cuando antes estaban incluidos, como el secado del cabello.
"Una de las cosas que nuestra industria no ha hecho en los últimos 50 años es darse un aumento. Todavía hay gente que cobra 25 dólares o menos por un corte de pelo en 2024. Ese concepto ya debe ser destruido", mencionó David Bosscher, director ejecutivo de Destroy the Hairdresser, una empresa de coaching que tiene como objetivo de alterar el modelo de negocio de los salones de belleza.
El motivo de este cambio en el modelo de negocio surge debido a la insostenibilidad del antiguo modelo, que obligaba a los estilistas a trabajar largas jornadas, con varios clientes en simultáneo, sin pausas adecuadas y a depender en gran medida de la comisión. La pandemia exacerbó esta situación, provocando una pérdida masiva de profesionales en la industria. Así lo detalló un informe de The Washington Post.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., el salario medio anual de un estilista en 2022 era de $ 33,400 al año o alrededor de $ 16,06 por hora. En la época pre-covid, era aún peor: en 2019, $ 12,54 por hora, o $ 26,090 al año.
Con la reapertura de la vida cotidiana tras la pandemia, muchos estilistas agotados abandonaron la profesión en masa debido al golpe económico que sufrió el sector. La escasez de estilistas se encontró con una avalancha de clientes.
“Perdimos alrededor del 10 % de nuestra industria. Nunca hemos experimentado una huelga tan masiva”, aseguró Britt Seva, estilista experta en marketing del podcast The Thriving Stylist.
Además, las redes sociales han facilitado la creación de una comunidad en línea donde los estilistas pueden compartir precios y técnicas, lo que ha contribuido a esta evolución en la industria del cabello.
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Geraldine Hernández Periodista de economía
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