Nuevo foco de tensión entre Pekín y Bruselas por la investigación sobre subsidios a coches eléctricos en China

El presidente de China, Xi Jinping, junto al mandatario francés, Emmanuel Macron, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. | Fuente: Europa Press

El Ministerio de Comercio de China indicó que la investigación que abrió la Unión Europea es "una excusa para proteger su propia industria" y que "distorsionará y perturbará" la cadena de suministro global del sector automotriz.

China manifestó su "gran preocupación y fuerte descontento" por el anuncio de la Unión Europea (UE) de que iniciará una investigación sobre las subvenciones a los fabricantes de coches eléctricos chinos, y acusó a Bruselas de practicar un "proteccionismo descarado".

El Ministerio de Comercio chino indicó en un comunicado publicado en su página web que la medida de la UE es "una excusa para proteger su propia industria" y que "distorsionará y perturbará" la cadena de suministro global del sector automotriz, "incluida la de la propia UE".

La cartera defendió que el desarrollo de la industria china de coches eléctricos se debe a "la innovación científica y tecnológica y a la construcción de una cadena de suministro completa", y que los productos chinos "tienen buena acogida entre los consumidores de todo el mundo, incluidos los europeos".

Asimismo, destacó que los coches eléctricos chinos "han hecho una gran contribución a la lucha global contra el cambio climático y a la transición ecológica de la UE".

El Ministerio instó a la UE a "actuar desde la perspectiva del mantenimiento de la estabilidad de la cadena de suministro global" y de las relaciones estratégicas entre China y Europa, y a "dialogar y negociar con China para crear un entorno de mercado justo, no discriminatorio y previsible" para el desarrollo conjunto de la industria de coches eléctricos.

Denuncian "prácticas desleales" 

Este miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la apertura de una investigación sobre los subsidios que China concede a sus vehículos eléctricos, cuyos precios son "artificialmente bajos" por estas ayudas públicas y suponen pérdidas para las compañías europeas.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, anunció al hilo del discurso de Von der Leyen que viajará la semana que viene a China para discutir el asunto.

"Estamos abiertos a la competencia, pero no a las prácticas desleales", dijo Dombrovskis en un mensaje en la red social X (antes Twitter), y añadió que en su viaje a China tratará tanto las oportunidades que ese mercado puede ofrecer a la UE, como los retos que plantea.

La Comisión Europea ha decidido actuar de oficio a la hora de iniciar esta investigación, sin que haya habido ninguna denuncia previa de la industria y tras recabar datos sobre los esquemas de subsidios chinos, indicaron fuentes comunitarias.

Según la información recopilada por Bruselas, hay una amenaza de que la industria europea se vea perjudicada a causa de un aumento significativo de capacidad relacionada con las subvenciones estatales chinas.

Esos subsidios afectan a las materias primas y más en concreto a las baterías, que representan una parte muy importante del coste de producción de vehículos eléctricos, pero también a elementos como el software.

La Comisión cree que cuenta con pruebas suficientes para iniciar la investigación, visto que las subvenciones están beneficiando a productores y proveedores que están contribuyendo al rápido aumento de las importaciones en el mercado de la UE.

Avance chino en el mercado automovilístico europeo 

Según la CE, los vehículos chinos tienen una penetración del 8 % en el mercado comunitario -que podría duplicarse hasta el 15 % en 2025 de continuar al mismo ritmo- y cuestan un 20 % más barato que los europeos.

La Comisión prevé mantener consultas previas con el Gobierno chino, mientras que todos los operadores económicos potencialmente afectados podrán participar en la investigación y presentar información.

De este modo, la CE tratará de confirmar que existe una relación causa-efecto entre los subsidios chinos y la amenaza de perjuicio para las empresas europeas.

Si es el caso, la Comisión podrá imponer aranceles provisionales sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos al cabo de 9 meses de investigaciones, las cuales pueden extenderse durante un máximo de 13 meses.

A partir de ese momento, los aranceles podrían convertirse en definitivos.

Según la CE, cualquier represalia a las acciones europeas por parte de China sería ilegal, si bien Pekín podría recurrir a la resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) si considerase que las medidas de la Unión Europea son ilegítimas. 

(EFE)

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