El impacto de la sequía evitará el nacimiento de casi medio millón de terneros y tendrá un impacto en la vitivinicultura y el sector frutal.
El gobierno de Uruguay dispuso la extensión hasta fin de año de la emergencia agropecuaria, por ser amenazada por el déficit hídrico. Con esto se busca proteger a los agricultores de la sequía.
"Considerando que la sequía ha impactado en la economía de muchas producciones, hemos tomado la decisión de extender por un poco más de tres meses, hasta fin de año, la emergencia agropecuaria", dijo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos.
Si bien las expectativas porque las lluvias del fenómeno El Niño inicien el último trimestre del año, el país continuará arrastrando el impacto de la escasez de agua, que actualmente se mitiga.
Por ello, el funcionario uruguayo explicó que no pueden interrumpir la emergencia, de lo contrario "se caen los instrumentos crediticios que han dado apoyo y respaldo a los productores que aún lo necesitan", explicó.
A qué actividades impactó el déficit hídrico en Uruguay
La declaratoria de emergencia agropecuaria incluye a todas las actividades afines como son: ganadería, lechería, horticultura, fruticultura, agricultura, apicultura, avicultura y forestación.
El impacto de esta sequía evitará el nacimiento de al menos 455 000 terneros, previstos para primavera austral y pérdidas entre 30 y 50 % en producción vitivinícola y frutal, refirió por su parte el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Patricio Cortabarría.
Cortabarría destacó que la mayor parte del 2,5% de contracción del PIB en el segundo trimestre de 2023 se explica por la caída de la producción agropecuaria. "Las pérdidas son cuantiosas, cercanas a los 2.000 millones de dólares", afirmó. (AFP)
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