Van Gogh: Claves para entender la vigencia de uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos

El autorretrato fue una de las grandes formas expresivas de Vincent Van Gogh.

Con motivo de la muestra inmersiva "Beyond Van Gogh", repasamos la vigencia e influencia de Vincent Van Gogh, a más 130 años de su muerte.

Ellos no escucharon, no supieron cómo / quizá ahora lo hagan

Don McLean, “Vincent”

 

En una de las historias de “Sueños”, la película del japonés Akira Kurosawa de 1990, un pintor ingresa en un mundo compuesto de cuadros de Vincent Van Gogh. Por una experiencia similar pasarán quienes visiten “Beyond Van Gogh”, la muestra que busca, a través de recursos audiovisuales, sumergir a sus asistentes en la pintura del artista neerlandés, y que se presentará del 1 marzo al 3 de mayo en la Videna de San Luis.

Esta no es la primera vez que veremos a Van Gogh proyectado. Hace unos años, en nuestra cartelera hubo dos películas centradas en su figura: el biopic "Van Gogh en la puerta de la eternidad", de Julian Schnabel,y “Loving Vincent”, de la directora polaca Dorota Kobiela y el inglés Hugh Welchman. Esta es una ambiciosa película animada que recorre los últimos días del pintor, y en la que participaron cerca de 125 artistas de todo el mundo, quienes trataron de imitar sus técnicas.

El permanente interés por la vida de Van Gogh, no solo por parte de artistas audiovisuales, sino también de escritores, historiadores, músicos e, incluso, modistas, nos obliga a preguntarnos por la vigencia e influencia de un artista que fue ignorado en vida, pero ensalzado poco después de su muerte, hasta volverse en el mito que es hoy.

El genio incomprendido

“A mí me parece que es un artista absolutamente vigente, en los términos en que nosotros entendemos el punto extremo al que un artista puede llegar cuando se consagra a su arte. Creo que en ese asunto definitivamente está vigente”, nos comenta el crítico y estudioso del arte Jorge Villacorta.

De esta consagración dan fe los últimos cinco años de su vida, durante los que pintó, a ritmo frenético, el grueso de su obra. “Me manejo como una locomotora... tengo que darme prisa, el tiempo se acaba... El sol, me obliga a pintar, no puedo perder el tiempo hablando contigo”, le dice Martin Scorsese, que interpreta a Van Gogh en “Sueños”, al pintor que se ve inmerso en su mundo.

Durante este agitado periodo, pasó del impresionismo al posimpresionismo, tras entrar en contacto con la obra de Toulouse Lautrec, Paul Cézanne y Paul Gauguin, a quienes conoció personalmente. El grabado japonés también jugó un importante rol en su incesante búsqueda por representar la realidad tal como él la concebía o, quizá, idealizaba. Se sumergió en el arte del pasado y el presente, y supo extraer los elementos expresivos para crear una obra única. Por eso, fue un genio.

Pero también un ser atormentado. Creció en el seno de una familia calvinista y su padre fue pastor. Él intentó seguir este camino y fue misionero en un campo minero en Bélgica, donde, en lugar de convertir a los trabajadores, los asustó con su fanatismo. Se dice que repartía lo poco que tenía entre los pobres y que vivió en condiciones extremas, que deterioraron su salud.

Cuando se dedicó de lleno a la pintura, su calidad de vida tampoco fue la mejor, como puede verse en su cuadro “Habitación del artista”. Contrajo sífilis y fue adicto a la absenta, un potente licor muy en boga por esos días, lo cual deterioró aún más su ya precaria salud mental. En sus últimos meses de vida, se mutiló la oreja, y cuando estuvo al borde de la desesperación, puso fin a su vida de un balazo en el pecho, aunque también se dice su muerte fue producto de un accidente.

Tanto su genialidad artística, como su tortuosa vida han generado un mito, con el cual debemos tener cuidado, como nos deja en claro Jorge Villacorta: “En Van Gogh se ha perpetuado el mito romántico del genio loco e incomprendido, y a mí me parece un caso mucho más complejo. Cuando uno lee la correspondencia con su hermano Theo, salta a la vista algo mucho más intenso, más de convicciones profundamente religiosas que se van transfiriendo a su pintura.

Van Gogh pintó "El cuarto del artista" en 1888l

Van Gogh y el Perú

Vincent Van Gogh no alcanzó el reconocimiento en vida, pero poco después de su muerte se volvió en uno de los más grandes referentes del arte moderno. Movimientos artísticos de inicios del siglo XX, como el fauvismo o el expresionismo alemán, por dar un par de ejemplos, se vieron bastante influenciados por su obra.

“Todo artista que está vinculado a la posibilidad de transmitir sentimientos a partir del color es deudor de Van Gogh. Sin duda, el arte de transmitir a través del color ha sido uno de los elementos de vanguardia que se han desarrollado hasta nuestros días”, nos explica Fernando Villegas, director de la escuela de Historia del Arte, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

En la pintura peruana del siglo XX, hay muchos artistas influenciados por Van Gogh. Y con influencia nos referimos a la admiración que motiva a crear algo completamente distinto.

Podemos comenzar hablando de José Sabogal (1888-1953), artista cajamarquino que recorrió Europa de joven. Por su representación del mundo indígena, fue considerado por José Carlos Mariátegui como el pintor peruano por excelencia. Pero sus trazos y manejo del color, que legó a discípulos como Julia Codesido (1883-1979) o Enrique Camino Brent (1909-1960), tienen mucho del neerlandés.

Sérvulo Gutiérrez (1914-1961), quien nació en Ica, es otro pintor peruano que tampoco escapa de la influencia de Van Gogh. Esta es notable en obras como "El Cristo de Luren" o “Los Huarangos”.

No obstante, se puede trazar un párelo más preciso con el puneño Víctor Humareda (1920-1986). “Su caso está muy vinculado con el posimpresionismo, justo la época de Vincent Van Gogh y otros artistas de finales del siglo XIX, que revolucionaron todo lo que después va a ser conocido como el arte contemporáneo. Sus representaciones de saltimbanquis y prostitutas, y su aproximación al color marcan esta influencia”, afirma Fernando Villegas.

Podemos añadir a esta lista a Aquiles Ralli (1925-2010), David Herskovitz (1925-2020), José Tola (1943-2019) en su segunda etapa artística, y Enrique Polanco (1953).

Dormitorio y taller de de Víctor Humareda

Más allá de Van Gogh

“Beyond Van Gogh” no es una muestra o exposición en el sentido estricto de estas palabras, sino, como sus mismos creadores la han definido, una experiencia inmersiva. Por ello, el asistente debe ir con otra mentalidad: no estará frente a la obra material de Van Gogh, sino frente a reproducciones audiovisuales de sus pinturas más icónicas.

“El color digital es atravesado por luz, mientras que el color de la pintura refleja la luz, y eso también tiene una gran diferencia. Entonces, se está convirtiendo la pintura, a través de la traducción al medio digital, en un espectáculo. Esta propuesta nos aproxima a una fantasía de Van Gogh, pero no a su obra en sí, que es un objeto único”, nos advierte Jorge Villacorta.

Jorge tiene mucha razón y los mismos creadores de la “Beyond Van Gogh” deben haber sido conscientes de esta diferencia. Motivo por el cual han propuesto algo totalmente distinto a una exposición como tal. Y con la ayuda de la tecnología, que todo lo acerca, han encontrado la forma de compensar la inmaterialidad del video.

"Creo que es muy interesante que las nuevas tecnologías se adecúen al legado que han dejado artistas como Van Gogh. Es, además, una invitación a las nuevas generaciones a entender que el legado del pasado tiene que ser complementado con las propuestas modernas y tecnológicas. Creo que ese es un camino bastante saludable e interesante", agrega Fernando Villegas.

Un espectáculo como "Beyond Van Gogh" nos demuestra que este artista y su obra se mantienen más vigentes que nunca. Una vigencia que también podremos constatar en las librerías, donde hay decenas de libros sobre su vida y arte, o en las plataformas de streaming, como MUBI o HBO Max, donde están algunas de las películas arriba mencionadas. No hay un mal momento para acercarnos a Vincent Van Gogh.

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