La imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, llegó a la ciudad de Miami el día de su fiesta, el 8 de setiembre de 1961. Un exiliado cubano llevó la imagen de la venerada Virgen de la Caridad del Cobre a esta zona de la Florida durante la mañana y por la tarde se celebró una misa multitudinaria en el antiguo Miami Stadium, con más de 30 mil cubanos.
Así lo recuerda Javier Fernández, administrador del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad en Miami o más conocida como la Ermita de la Caridad. “La falta de libertad de Cuba fue lo que motivó la construcción del Santuario de la Virgen de la Caridad aquí en Miami”, comenta.
El 1 de enero de 1959 Fidel Castro asume el poder en Cuba. “Empieza la persecución religiosa, la confiscación de los bienes materiales de los cubanos, la nacionalización de las industrias, la prohibición de la propiedad privada y la introducción de la ideología comunista marxista impuesta por el estado”, señala Fernández.
Explica que se prohibió la religión en el espacio público. La educación y los medios sociales cayeron a manos del estado. Hospitales e instituciones católicas fueron confiscados por el gobierno. Se expulsó a sacerdotes y religiosos, dejando solo algunos templos abiertos. “Era muy mal visto ser católico en Cuba”, comenta.
En ese contexto, miles de cubanos llegaron exiliados a EE.UU. Muchos de ellos llegaban en barco por la costa de Florida. Fue el padre Agustín Román quien impulsó la construcción de la Ermita de la Caridad y en 1967 se puso la primera piedra, gracias a las monedas recaudadas en los supermercados de Miami como donación.
La Ermita de la Caridad cuenta con un mural, hecho por el cubano Teok Carrasco, que lleva 43 personajes ilustres en la historia cubana. “Desde la llegada de Colón a la isla de Cuba, José Martí, grandes próceres de la independencia cubana como Antonio Macedo y Máximo Gómez, quienes pidieron al papa Benedicto XV que declare en 1916 a la Virgen de la Caridad como patrona de Cuba”, explica.
Además, el mural muestra a algunos religiosos importantes en la colonia y república como San Antonio María Claret, arzobispo de Cuba, el cuadro de la aparición de la Virgen a la niña Apolonia, el primer maestro que tuvo Cuba, el padre Miguel Velásquez, entre otros. La obra termina con los balseros, que resume la tragedia del pueblo cubano escapando de su país.
En el centro del mural aparece la Virgen de la Caridad y en sus brazos al niño Jesús, donde el pueblo cubano —según el propio muralista— encuentra la salvación. En el 2000, la Conferencia de Obispos de Estados Unidos declaró esta pequeña iglesia como Santuario Nacional de Estados Unidos.
Cuando el Papa Juan Pablo II llegó a Cuba en 1998, coronó a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, como reina y madre de Cuba, “reafirmando que el camino no es una ideología, no es un partido, no es un proyecto político, el camino es Dios a través de la Virgen”, explica Fernández.
Si bien, la construcción de este Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad en Miami se ha asociado a la libertad de Cuba, también se le asocia y se reza diariamente por la libertad de aquellos países latinoamericanos donde ha habido dictadura como Venezuela y Nicaragua, o cualquier otro régimen opresor.
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